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Kia Niro, una reputación que no deja de crecer

Kia Niro

El caso del Kia Niro demuestra que en ocasiones el marketing palidece ante la efectividad de la transmisión directa entre personas a través del bien conocido fenómeno del boca a boca. Al igual que esos libros o películas que adquieren notoriedad sin gran aparato de promoción que los sustente, el modelo coreano consiguió muy discretamente ganarse una notable popularidad una vez que se puso a la venta tras presentarse, con escaso boato, en el Salón de Chicago de 2016.

El Niro se presentó lastrado por otros dos problemas que luego resultaron no serlo. En primer lugar, tenía un aspecto muy discreto, demasiado según algunos, de manera que parecía nacer en inferioridad de condiciones con otros modelos más vistosos. Además, se comercializaba solo en variantes híbridas —convencional o enchufable— o 100% eléctrica, es decir, sin posibilidad de incorporar ningún motor de combustión.

Finalmente, el público pareció valorar que en la discreción del coche estribaba al menos una parte de su encanto, y una creciente necesidad de electrificación dictaminó por su parte que aquella oferta mecánica alternativa no era en absoluto descabellada.

Para cuando llegó su renovación en 2022, el Niro contaba ya con una legión leal de seguidores que pronto se dispuso a incrementar. Ahora disfrutaba de una baza nueva, la estética, pues el look poco llamativo del vehículo original dejaba paso a un diseño más moderno que incluía incluso algún elemento poco visto, como el pilar trasero pintado en color distinto del de la carrocería.

Aparte de más atractivo, el coche mantenía otras cualidades entre las que destacaban la amplitud interior y del maletero, a pesar de su tamaño contenido, la incorporación de tecnologías de última generación y la eficiencia de sus tres sistemas de impulsión.

Tres tecnologías para elegir

La versión que ha recibido más mejoras con respecto a la primera generación es la híbrida enchufable, de 183 caballos, cuya nueva batería de 11,1 kWh de capacidad otorga una autonomía eléctrica en ciclo combinado de 65 kilómetros en las unidades menos equipadas, y de hasta 84 km en conducción exclusivamente urbana. 

El e-Niro, que es la variante enteramente eléctrica del modelo de Kia, incorpora un motor que se mantiene en 204 CV y una batería que ahora permite recorrer 460 km en ciclo WLTP mixto y más de 600 en uso urbano. Como afirmábamos en este artículo, el nuevo Niro eléctrico es de esos modelos capaces de cambiar mentalidades —sobre este tipo de vehículos— gracias a su bien logrado equilibrio entre peso, menos de 1.700 kilos, potencia y dimensiones del coche, que mide 4,42 metros de longitud.

En cuanto a la versión híbrida, dispone de 141 caballos de potencia y ofrece un rendimiento efectivo, sin excesivas pretensiones, en cualquiera de las situaciones a que se enfrenta. Brilla especialmente en tráfico urbano y periurbano, donde se desenvuelve con suavidad y alegría, y tanto en este ámbito como en carretera requiere de consumos muy parcos, de poco más de cinco litros/100 km. Ello hay que agradecérselo a un pequeño motor eléctrico de 32 kW que, en conjunción con el de combustión de 105 CV, tiene mayor participación en el sistema de impulsión y evita por tanto muchas intervenciones del térmico, con el consiguiente ahorro de combustible.

El carácter compacto del SUV surcoreano es compatible, como decíamos, con un habitáculo relativamente espacioso y un maletero que en el modelo full hybrid cubica unos generosos 451 litros; el híbrido enchufable es el más limitado en este aspecto, con 348 litros, y el eléctrico, el más aventajado al alcanzar los 475 litros de capacidad, que suben a 495 si se suman en su caso los 20 habilitados bajo el capó delantero.

Soluciones ingeniosas

En función de los acabados, el Niro puede estar equipado con luz ambiente con 70 colores entre los que elegir, puertos USB-C emplazados en el respaldo de los asientos delanteros, un cargador inalámbrico más capaz que el de la generación anterior y un selector de modos de conducción —dos en las versiones híbridas y cuatro en la eléctrica— colocado en el brazo central del volante.

En el interior nos encontramos con abundancia de materiales sostenibles y la posibilidad de contar con dos grandes pantallas de 10,25 pulgadas que agrupan la instrumentación y el sistema multimedia. Como herencia de los Kia Sorento y Sportage, ha llegado también al Niro el original display que permite elegir entre dos grupos de funciones básicas del coche —navegación y sonido por un lado, climatizador por otro—, en un módulo que combina además el manejo táctil con mandos físicos para acciones concretas como subir el volumen de la radio o bajar medio grado la temperatura deseada. 

Kia se muestra muy orgullosa de este alarde de ingenio, que no puede negarse, pero para algunos usuarios no acaba de resultar funcional un dispositivo en el que hay que estar pasando continuamente de uno a otro grupo de funciones y que, por la ley de Murphy, siempre se halla seleccionado en aquel que no conviene: es decir, que a menudo subimos la temperatura cuando queremos cambiar de emisora, o viceversa. 

Para los precios que nos hemos acostumbrado a ver en los últimos cuatro años, el del Niro puede considerarse incluso comedido en cualquiera de sus motorizaciones. El modelo híbrido está a la venta entre 29.030 y 35.030 euros; los híbridos enchufables se sitúan entre 37.600 y 44.150 euros, susceptibles ya de reducirse con las ayudas del Plan Moves III, y el e-Niro parte de 38.599 euros y alcanza los 44.399, tarifas a las que cabe aplicar también los incentivos estatales.

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