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Réquiem por el Mar Menor: 'Recordare' de Esteban Linares

“La última barca de remos”. Óleo sobre lienzo. Esteban Linares

José Alberto Bernardeau

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Junto con los inevitables recuerdos infantiles a orillas del Mar Menor, referencia que se repite en esta sección por parte de los artistas participantes, Esteban Linares apunta a otra constante en la evolución del quebranto del hábitat de la laguna: la desidia. Todos somos responsables en alguna medida y de forma generalizada del triste desenlace, pero los culpables directos tienen nombres y apellidos, y nominación institucional. La educación, la mala; y las costumbres, las malas, también han jugado y juegan un importante papel en la relación que le hemos tenido y tenemos con el peculiar ecosistema que ahora lamentamos fracturado. La relación de atropellos la conocemos bien, por lo que es inaudito que, contumaces, los sigamos ejerciendo. A los culpables también los conocemos, y les seguimos votando.

Mar Menor

“El primer contacto que tuve con el Mar Menor fue en 1956, cuando yo tenía apenas un año; y lo sé, no porque lo recuerde (yo era un bebé, claro), sino porque conservo una fotografía donde aparezco entre hermanos, primos y tíos en la playa de Los Nietos, donde una rama de mi familia cartagenera tenía una modesta casa, a poco más de un par de metros de la línea de costa. Con el paso de los años mantuve, de forma intermitente, mis visitas a esta playa. Un recuerdo muy nítido de mi niñez permanece todavía en mi ya ajada memoria: junto a mis primos, pescaba ”zorros“ con aquellos antiguos ladrillos de dos agujeros, y taponando ambas caras con nuestras diminutas manos los atrapábamos con facilidad. Logrado el trofeo, satisfechos, lo dejábamos ir mientras recorríamos con nuestros ojos su zigzagueante huida por las aguas transparentes que por entonces el mar tenía.

La triste noticia de la agonía del Mar Menor, que de forma agorera ya se venía avisando con antelación durante años, no deja de ser la evidencia del desdén con que en este territorio se trata a todo. Decía el actor y director Fernando Fernán-Gómez que “el problema de este país no es la envidia (como tanto se dice), el problema es el desprecio”; y tenía razón. El desprecio es la manera con la que se ha tratado estos últimos lustros al Mar Menor. A sabiendas de su progresivo deterioro durante estos últimos años, parece no haber sido suficiente causa como para tomar decisiones a fin de conservar con buena salud la singular laguna, en vista del terrible diagnóstico que anunciaba lo que ahora se manifiesta como mortal pócima.

La codicia y la inacción mostradas por los que han provocado este desastre es inadmisible. Aún nos queda la esperanza de que, atrapados en esta atribulada situación, todas aquellas personas e instituciones causantes del deterioro, tomen las medidas necesarias para que hagan volver en sí al moribundo paciente. Vale.“.

7.- Recordare: Esteban Linares

Aparecen (de nuevo) miles de peces muertos en el Mar Menor

Recordare, Jesu pie, Quod sum causa tuae viae: Ne me perdas illa die. Quaerens me, sedisti lassus, Redemisti Crucem passus: Tantus labor non sit cassus. Juste judex ltionis, Donum fac remissionis Ante diem rationis. (Recuerda, piadoso Jesús, que soy la causa de tu camino; no me pierdas ese día. Buscándome, cansado y agotado, me redimiste sufriendo en la cruz: Tantos trabajos no serán en vano. Justo juez de la retribución, otorga la gracia del perdón/absolución, antes de día del recuento (de acciones).

Afortunadamente, las altas temperaturas no alteran ese verano el sistema neuronal de los ediles y sus lictores, quienes en esta ocasión no idean soluciones como las del año anterior, cuando recomendaron el uso de motos náuticas para renovar con sus turbinas el oxígeno de las aguas. Tampoco hay posibilidad de arbitrar medidas para sanear los fondos, ya es tarde. La eutrofización del ecosistema, que ha provocado la proliferación de algas, da paso al enturbiamiento las aguas y culmina con la muerte de la flora marina; los fondos se han convertido en lodos, el oxígeno merma, la vida se apaga.   

Por Ucrania: Patrimonio amenazado: Entre la imperdonable masacre de vidas humanas y sus creaciones, el desprecio a la Naturaleza heredada, hastiados de la locura colectiva que lleva a confrontar disputas mediante el exterminio del contrario; horrorizados por la guerra, ahora la provocada por la invasión de Ucrania, cedemos unos minutos a la meditación mediante la contemplación de obras de arte, patrimonio, sí, de toda la humanidad.

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