El PSOE no puede ni queriendo, abandonar el espacio de centralidad política y electoral ya que esa posición de moderación le esta reflotando, aunque también la facilitan los que sostienen discursos de tensión, incluso de tensión extrema, esta no es la época de Aznar.
Desde un ejercicio de responsabilidad de partido de “Estado” no puede hipotecarse para gobernar fuera del espacio de centralidad, no es muy difícil para los analistas estratégicos de los partidos entender esto, al igual que tampoco lo es la conveniencia de la transversalidad frente al sectarismo.
Dudo que sus ideas programáticas discrepen radicalmente de las de Podemos, pero su gestión en términos de gobierno es incompatible con formas y con discursos excesivamente radicales, que socialmente desde espacios de españoles a los que hay que gobernar perciban como sectarios.
Cuando se acusa al PSOE de que es distinto en la oposición que en gobierno es un poco de perogrullo, pues claro que cualquier partido cambia desde la contienda electoral al ejercicio del gobierno, se trata de seducir a los mas amplios sectores electorales pero fidelizando a los votantes estables, pero desde el gobierno hay que integrar a toda la sociedad y convencer de que las medidas de gobierno beneficia al conjunto de la sociedad española, al interés general mas puro, esa es la misión de pedagogía social y política.
¿Por qué PP y Ciudadanos inteligentemente empujan al PSOE al acuerdo con Podemos llamándoles, por ejemplo, “banda”? Porque están lanzando el mensaje de que, cuando acuerden con Podemos, tenemos el centro político a nuestra merced y es el centro el que da y quita los gobiernos, que nadie lo olvide.
Podemos tiene esa rigidez en cierto sentido, más hacia adentro del partido que hacia el conjunto de la sociedad, hacia su electorado, que ya tienen más o menos consolidado, (el que tuvo prestado en las anteriores elecciones fue de un votante del PSOE decepcionado y ese no volverá ya a Podemos), debe madurar y posicionarse como potencial gobernante, o sea, no espantar a aquellos sectores no votantes de su opción, no generar zozobra para impulsar los cambios ¿Por qué? Porque la gente está harta de zozobra, de estrés político y mediático, cuanto mas serenos sean los discursos y las posiciones, más credibilidad y confianza generarán. No se debe confundir el rigor programático con el rigor mortis.
Ante esta esencial falta de entendimiento, el PSOE recela de un gobierno con Podemos que lleve al acantilado su estrategia histórica y regale el espacio al discurso y argumentario al invento artificial del Constitucionalismo, como producto de centro, una realidad virtual, otra cosa distinta es el institucionalismo (opinaré en otro momento)
Hay inventos que calan, entre otros motivos porque la confrontación entre constitucionalistas y no constitucionalistas, está produciendo en este momento en España produce votos y también beneficios mediáticos y cargos públicos.
Y desde luego produce nacionalistas a chorro, por lo que beneficia a los independentistas. Esto es palmario, en cierto modo es un discurso de huida hacia adelante, ambición personal, pero la mayoría de los españoles no asumen bien en que consiste esa película.
Cualquier persona con criterio propio sabe que no existen los partidos constitucionalistas y no constitucionalistas, pero eso vende y demasiadas veces el político es más vendedor que otra cosa más elevada, el tiempo lo revelará.
La constitución Española es la única que hay y es de todos, en todo caso, cuando se abra el melón de la reforma de la misma se podrán confrontar democrática y legítimamente, construir discursos de ese tipo, más o menos reformistas, y es que reformar España suena como a corregir una pintura o algo así.
Es juego sucio apropiarse de la bandera, de la constitución, de la unidad, de la pureza de la izquierda o de la moderación, de la catalogación oficial de quién es y quién no español, con todo lo que ello conlleva, incluida su pluralidad, tolerancia en la diversidad, edad, sexo, religión... Es muy arriesgado confrontar con un alto voltaje de tensión ¿Por qué? Porque una vez obtenidas las mayorías, gobiernos ese alto voltaje se mantiene en la sociedad entre las personas durante muchos años, probablemente décadas. Eso no es justo. La historia es dura y manda al ostracismo a los miserables con discursos y propuestas cortoplacistas, por ambiciones personalistas, y eleva a los generosos, altruistas y con visión hacia el largo plazo del conjunto de la sociedad. Ahí cabemos todos, y eso es futuro, convivencia, consenso, la concordia y la tolerancia en la diversidad, los valores cohesionados de la libertad y la seguridad sitúan a este país en la primera línea del espacio de garantías europeístas y de seguridad jurídica y de derechos humanos y demás valores de un mundo con futuro incierto.
Señores, señoras, actores políticos, partidos, opciones, por favor, aléjense de los acantilados, no se empujen al abismo, los/as ciudadanos/as, y sus familias lo estamos pasando mal, no merecemos eso, cambien la banda sonora de este presente tan duro para la inmensa mayoría.
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