Escribir un artículo de actualidad es una verdadera odisea en estos tiempos en los que tienes que mirar con lupa si la actualidad que te venden es más falsa que unas 'fake news', tiempos en los que recobra actualidad ese cambalache, aquel tangazo de Gardel, en los que los traidores acusan a los otros de traidores, en los que unos cambian su honor, su palabra, de la noche a la mañana, en los que los mercaderes compran voluntades y otros pierden su honor y su palabra; escribir un artículo de actualidad es una verdadera odisea.
Intenté escribir algo de algo en torno a lo que estaba ocurriendo en la Región de Murcia con la famosa Moción de Censura, un martes, y lo dejé. Volví al duro banco del folio en blanco y volví un jueves, y la actualidad de aquel momento valía lo que las treinta monedas de plata de Judas. Quería escribir un artículo de actualidad y de pronto me puse poético y lírico, al modo quevediano, y me acordé del “Poderoso caballero es Don Dinero”. Y Me puse a leer:
Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo.
Que pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Es Galán y es como un oro,
tiene quebrado el color;
persona de gran valor
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Son sus padres principales,
y es de nobles descendiente,
pues que en las venas de Oriente
todas las sangres son reales.
Y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.
¿Más a quién no maravilla
ver en su gloria, sin tasa,
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al bajo silla
y al cobarde hace guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles;
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos
en las casas de los viejos
gatos lo guardan de gatos;
y, pues él rompe recatos
y ablanda al juez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.
Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que con haberle hecho cuartos
no pierde su autoridad.
Porque pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición,
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y, pues les hace bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Más valen en cualquier tierra
(mirad si es harto sagaz)
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra.
Y pues al pobre le entierra
y hace proprio al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Después de la lectura de ese poema, me toqué el bolsillo vacío y no sentí el tintineo y le di las gracias a don Francisco de Quevedo. No, no había escrito un artículo de actualidad. Sin embargo, en el intento, ¿acaso dudan de la actualidad del poema?
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