Sergio Sayas: “Ciudadanos ha firmado y reiterado su respeto y defensa del régimen foral”

Sergio Sayas (Buñuel, 1979) es el candidato número uno de la coalición Navarra Suma al Congreso. Su partido, UPN, ha hecho de la defensa del régimen foral de Navarra y la lucha contra el nacionalismo vasco sus dos grandes bazas electorales. La situación política, que consideran de expcecionalidad, ha llevado a los regionalistas a repetir su coalición con el PP, pero sobre todo a añadir a Ciudadanos, formando una unidad de acción orientada sobre todo a recuperar el Gobierno de Navarra. Las cambiantes posiciones de los de Albert Rivera en torno a los Fueros y las haciendas forales no suponen un problema para UPN, que frente a las voces que dudan, se remite a lo firmado para formar la coalición. Por falta de tiempo, el candidato responde al cuestionario por escrito.

Las diferentes encuestas señalan a Navarra Suma como número uno en votos al Congreso, ¿es señal de que los electores aprueban la coalición?

Los partidos que formamos Navarra Suma hemos sabido dar un ejemplo a nivel nacional, dejando de lado los intereses particulares y respondiendo y dando respuesta a las reclamaciones de unidad que nos hacían los ciudadanos para defender mejor la identidad foral y el futuro de nuestra tierra. A partir de ahí, más allá de las encuestas de estos días, somos conscientes de la responsabilidad que supone representar a la mayoría de los navarros y no les vamos a fallar.

¿Cree que los cuatro años de Gobierno 'del cambio' han desgastado al nacionalismo vasco en Navarra? ¿Confía en que Navarra Suma repita buenos resultados en las municipales y forales?

Todos los navarros han visto que más allá de echar a UPN, el nacionalismo vasco no tiene otro proyecto para Navarra que el de imponer su ideología. Estos cuatro años han sido objetivamente perjudiciales para nuestra tierra y para quienes vivimos en ella que estamos sufriendo peores servicios, pérdida de competitividad, paralización de inversiones estratégicas y encima pagando más impuestos. Han incumplido una por una todas sus promesas electorales. Por eso, al nacionalismo vasco le quedan apenas unas semanas de poder en Navarra.

¿Confía en la palabra de Ciudadanos Navarra de respetar el régimen foral? ¿Cree que existen ciertas divergencias en el partido naranja a escala nacional y a escala local?

Creo que la búsqueda de pactos, de acuerdos, es parte de la esencia de esta tierra, es parte de la forma de ser de los navarros, y en ese sentido hemos trabajado para sumar a otro partido nacional a la defensa de la singularidad de Navarra y, por supuesto, del Convenio Económico. Ciudadanos no sólo ha firmado su compromiso de respeto y defensa del régimen foral, sino que  lo ha reiterado a lo largo de la campaña, tanto sus responsables locales, como todos y cada uno de los líderes nacionales que nos han visitado durante la campaña, otra cosa es que a algunos no les interese aceptarlo.

¿Qué propuestas principales tratará de sacar adelante en el Congreso?

En primer lugar trabajaremos para que los acuerdos alcanzados entre UPN y el anterior Gobierno de España sigan desarrollándose y no se incumplan por intereses o envidias partidistas.  A partir de ahí, es evidente que Navarra necesita que el Estado impulse de manera más decidida las infraestructuras claves para el futuro de nuestra tierra: el tren de alta velocidad, el Canal de Navarra, las autovías a Madrid y Jaca y la mejora de la N121A, por ejemplo. Además, seguiremos reclamando los acuerdos de financiación de las políticas de dependencia o el cumplimiento de planes nacionales que influyen en el día a día de entidades sociales navarras.  Al margen, hay decenas de cuestiones en otras tantas localidades de toda Navarra que sería imposible citar aquí por falta de espacio, pero que necesitan de la colaboración entre administraciones locales, forales y nacionales que hay que impulsar. Si elevamos nuestra mirada, la eliminación de la Transitoria cuarta, que es una espada de Damocles sobre la centenaria realidad institucional de Navarra, sigue siendo nuestro objetivo prioritario.

El voto de los congresistas de Navarra Suma podría ser crucial para elegir a un presidente del Gobierno en España ¿Tiene claro a quién apoyará? Llegado el caso, ¿cómo decidirán si apoyar a Pablo Casado o a Albert Rivera? ¿Y Pedro Sánchez?

Nosotros sólo votaremos a nuestro socio en Navarra Suma que se presente a la investidura.

Son muy críticos con la política lingüística del Gobierno de Navarra, ¿cuál es su propuesta?

La política lingüística se ha utilizado por el Gobierno Barkos como una herramienta para construir nación y no para responder a la realidad social de Navarra y eso es inaceptable y peligroso.  Es evidente que en Bera se habla euskera y en Buñuel no, y no tiene nada de malo; tan absurdo sería prohibirlo en Bera como querer imponerlo en Buñuel como hace Barkos. Nuestra propuesta es implantar una política lingüística que dé respuesta a la realidad de nuestra sociedad y de cada una de las zonas de Navarra y que no genere privilegios para unos pocos, mientras impide, por ejemplo, el acceso al empleo público de la mayoría.

El nacionalismo vasco basa su campaña en la defensa del autogobierno de Navarra, ¿considera un riesgo real que trate de cambiar el estatus de Navarra como comunidad foral diferenciada de la Comunidad Autónoma Vasca?

Si no fuera un asunto tan serio ver ahora a Bildu y Geroa llenarse la boca hablando del autogobierno de Navarra, después de meternos la ikurriña hasta en la sopa sería para partirnos de risa. La frivolidad que están demostrando descomunal y no sé cómo no se les cae la cara de vergüenza diciendo en campaña lo contrario de lo que han practicado a lo largo de toda la legislatura. El mayor riesgo para la identidad foral de Navarra es el nacionalismo vasco que tiene como objetivo primordial nuestra disolución en Euskadi; cambiar nuestro Parlamento por un puñado de escaños en el de Vitoria. Por eso, cuanto más poder tenga el nacionalismo vasco en nuestra Comunidad, mayor en riesgo estará nuestra realidad foral.

¿Cree que la falta de comprensión de los partidos nacionales del autogobierno de Navarra y su encaje en igualdad con el resto de CCAA puede ser un problema a lo largo de la próxima legislatura?

El autogobierno y la identidad de Navarra dejan de entenderse y se ponen en riesgo cuando se utilizan para confrontar políticamente con el resto de España por un interés puramente político y partidista.  El nacionalismo vasco vive del enfrentamiento y la tensión, pero el Fuero significa todo lo contrario, es acuerdo y pacto, pero les da igual. Por eso, actuando con lealtad se puede llegar mucho más lejos en nuestro autogobierno que buscando repetir en Navarra escenarios como el de Catalunya.

¿Cree que Vox tendrá sitio en Navarra? ¿Les podría restar votos de su electorado objetivo o las diferencias son suficientes para no temer el desgaste?

Creo que la gente sabe que Navarra Suma es la única opción que es realmente útil para acabar con los gobiernos nacionalistas vascos en nuestra comunidad y en nuestros ayuntamientos y para impedir un gobierno de España rehén de quienes quieren destruirla. Como decía antes, en Navarra hemos sabido dar un ejemplo de generosidad entre distintos partidos para sumar fuerzas, por eso no sería lógico que luego dividiésemos el voto, porque eso sólo favorece a Barkos, Otegi, Sánchez o Asiron.  

¿Cree que los apoyos necesarios para formar gobierno en España pueden determinar el futuro Gobierno de Navarra? ¿Confía en que el PSN no apoye al nacionalismo vasco?

Yo distinguiría entre el PSN, sus afiliados, sus votantes, y la dirección del PSOE. Yo mismo trabajé codo con codo con militantes socialistas en el Ayuntamiento de Berriozar, porque unos y otros sabíamos que en Navarra la defensa de la libertad y de nuestra identidad foral, española y europea van mucho más allá de las rivalidades entre nuestras siglas. Por eso, muchos socialistas ven atónitos, y así me lo trasladan, cómo después de tantos años de lucha frente al nacionalismo vasco, ahora sus dirigentes no tienen empacho en brindar con Otegi o en pactar con Barkos, que es el PNV camuflado. Confío en que, al final, su voz sea escuchada y que su ejemplo y su compromiso no sean traicionados.