Guillermo Vallejo, ingeniero técnico de obras públicas y jefe de sección de Nuevas Infraestructuras del Gobierno de Navarra, fue uno de los ocho miembros de la mesa de contratación que decidió que la adjudicación de la obra de desdoblamiento del túnel de Belate fuese a la unión temporal de empresas (UTE) de Acciona, Excavaciones Fermín Osés y Servinabar 2000, la empresa propiedad de Antxon Alonso y, según la Guardia Civil, también Santos Cerdán. Según ha explicado en su comparecencia en la comisión de investigación del Parlamento foral, el presidente de la mesa, Jesús Polo, le recriminó que sus puntuaciones “no eran correctas” y que las “revisase” y “repensase” porque con ellas estaba “favoreciendo” a una de las ofertas sobre las otras.
Vallejo ha contado que mantuvo una fuerte discusión con Jesús Polo en su despacho a raíz de la crítica a sus puntuaciones. Con todo, ha apostillado que no se sintió “presionado” y que no modificó sus notas “ni una milésima”. “A mí las presiones no me afectan. Somos funcionarios y eso evita que haya presiones. No las tuve de ningún tipo. Mis notas no cambiaron”, ha indicado, para afirmar que “el señor Polo me conoce a mí y sabe que no voy a cambiar las notas”.
El funcionario ha informado que él votó el 5 de mayo y que envió sus puntuaciones al presidente, Jesús Polo, el 11 de ese mismo mes y que la discusión tuvo lugar varios días después. “Desconozco si el votó antes o después, creo que antes”, ha apostillado.
Esta cuestión, el orden de las votaciones, ha centrado los interrogatorios de los primeros días de la comisión de investigación. Jesús Polo ha negado que fuese el último en votar y aseguró que lo hizo el 15 de mayo del 2023, cuando solo habían votado otros dos técnicos. Preguntado por si podía respaldar esa afirmación con algún documento ha explicado que pidió al Gobierno de Navarra la documentación que se encontraba en su ordenador, pero que le informaron de que había sido “formateado” tras su jubilación en 2024.
La obra de Belate no aparece citada en el informe de la UCO de la Guardia Civil por el que el Tribunal Supremo investiga a Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García, pero ha estado envuelta en polémica desde el comienzo después de que tres miembros de la mesa se opusieran a su adjudicación alegando indicios de arbitrariedad. El secretario de la mesa, un alto funcionario del Gobierno de Navarra, denunció que existía el rumor de que la obra podía estar teledirigida y que el presidente de la mesa emitió sus puntuaciones tras conocer las del resto de ingenieros de la mesa.
Guillermo Vallejo ha confirmado que en una de las reuniones de la mesa se comentó el “rumor” de que la obra iba a ser adjudicada a “Acciona” y que él mismo lo dijo. “Se oía un rumor por el departamento y por el mundo de las obras”, ha explicado. Pese a ello, ha asegurado que ese rumor no influyó en sus valoraciones y ha explicado que él puntuó a la de Mariezcurrena como la mejor oferta y que a la de Acciona la puso “la tercera”. “Me sentó bastante más que hubiese esos rumores”, ha dicho para añadir que en otras mesas de contratación también existían rumores, pero nunca “tan fuertes” como en la de Belate.
Vallejo ha afirmado que él está “muy tranquilo” con su trabajo. “Creo que he hecho lo mejor posible mi trabajo y no tengo ningún miedo a ningún tipo de esas cosas”, ha dicho en relación con que se pudieran investigar irregularidades en la adjudicación de la obra del túnel de Belate. “Creo que los trabajos han sido los correctos, las valoraciones son correctas, las mías por lo menos”, ha zanjado.
Sobre la petición de los tres letrados de la mesa de una mayor “justificación” de las valoraciones, ha explicado que “intentaron” motivar más sus valoraciones, pero que era una cuestión compleja al existir siete ofertas. “Es fácil decir que una oferta es mejor que otra, pero cuando hay que comparar siete es muy difícil”, ha expuesto. Por ello, ha indicado pusieron muchos adjetivos en sus informes para tratar de que los “no técnicos” lo entendieran. “Pero no fue así”, ha lamentado.