La Policía investiga la exhibición de animales muertos en el carnaval de Ituren
Regresa la polémica al carnaval de Ituren. La Policía foral investiga la utilización de cadáveres de animales (zorros y jabalíes) como parte del ‘atrezzo’ de los participantes en los desfiles de carnaval en Ituren. Las comitivas recibieron además las quejas de varios vecinos que se vieron salpicados por restos de animales, sangre y estiércol. Las denuncias por la exhibición de animales muertos llegaron a Policía foral a través de las redes sociales. Hasta el momento, ninguna asociación animalista se ha hecho eco de dichas quejas ni ha interpuesto una denuncia, como ya ocurrió el año pasado. Según informa Policía foral, una patrulla se entrevistó con la alcaldesa de Ituren, María José Bereau, quien explicó que cuando trasladó al pleno municipal su preocupación por este tipo de comportamientos, llegó a recibir amenazas e insultos. Por su parte, un cámara de ETB que cubría el evento, ha denunciado a través de las redes sociales que resultó agredido mientras trabajaba. Policía foral ha invitado al periodista a denunciar oficialmente la agresión y a identificar a los agresores, para lo que le ha ofrecido ayuda con material gráfico. De momento, el cámara no ha denunciado oficialmente.
Tras la denuncia interpuesta el año pasado por la asociación animalista por la exhibición de cadáveres, Policía Foral inició una investigación para la que se valió de la prohibición recogida en la ley de Protección y Gestión de la Fauna Silvestre de Navarra, referida a “la posesión, naturalización, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, o de sus restos, incluyendo la importación, exportación, exposición a la venta y exhibición pública”. Aunque la ley se refiere más al comercio ilícito con animales, la Policía considera que utilizar cadáveres de animales como parte del decorado del carnaval de Ituren puede constituir una falta por exhibición pública. Las multas que pueden imponerse rondan los 60 euros. Los agentes trabajan en la identificación de los portadores de los cadáveres, que iban ataviados de manera que sus rostros quedaban ocultos. Según la nota de Policía, se sospecha que alguno de los participantes era un menor de edad, por lo que las “actuaciones se han llevado a cabo en todo momento en presencia de sus responsables legales”.
También investiga la policía de dónde se obtuvieron los animales, ya que el coto de caza de la zona quedó inhabilitado por el departamento de Medio Ambiente.
