“Hay que volver a poner las políticas sociales en su lugar”
La Coordinadora de ONGDs de Navarra no quiere que las promesas electorales del nuevo Gobierno foral en materia de cooperación al desarrollo se queden en eso, en promesas. Por eso han conseguido arrancar al acuerdo programático alcanzado por Geroa Bari, EH Bildu, Podemos e Izquierda Ezkerra, un compromiso de alcanzar un 0,5% de los presupuestos destinados a cooperación. “Estamos contentos, pero ahora hay que hacer seguimiento para que ”las políticas de cooperación se conviertan en políticas públicas de verdad“, avisa Enrique Abad, vocal de incidencia política y redes de la coordinadora.
¿Qué pide la Coordinadora de ONGDs de Navarra al nuevo Gobierno foral?
Lo importante es volver a poner las políticas sociales en su lugar. La lucha contra la pobreza y la desigualdad, es lo más importante ahora mismo, y necesita un compromiso político. Eso quiere decir convertir las políticas sociales en políticas públicas de verdad. Y en la cooperación al desarrollo es como más evidente, es imprescindible que la cooperación sea una política pública con una dirección política también desde el Gobierno. Eso implica muchas cosas, evidentemente como volver a los compromisos políticos y a la senda del 0,7% del presupuesto dedicado a cooperación. Esto vale para todas las Comunidades Autónomas y para todas las administraciones, pero es verdad que en el Gobierno de Navarra el descenso fue muy acusado, y eso partiendo de una situación que era ejemplar. Según nuestros cálculos estábamos en un 0,5%, algo que siempre es mejorable, pero se ha reducido hasta un 80% y se sitúa en un 0,14 o un 0,15%.
En este sentido habéis conseguido un compromiso del Ejecutivo, ¿no?
Sí, el documento programático del nuevo Gobierno expresa los compromisos solicitados por la coordinadora, que es alcanzar a lo largo de esta legislatura al menos el 0,5% de los presupuestos en cooperación al desarrollo. Estamos contentos, pero a eso habrá que darle seguimiento. Pero es más que eso, hablamos también de coherencia en las políticas, no podemos estar hablando de recortes en cooperación y luego estar financiando a empresas que evaden impuestos.
Hablamos también de participación de los órganos de coordinación, tanto de política social en general como de política de cooperación al desarrollo. Pedimos que se fortalezca esa coordinación, esa participación de las entidades sociales, con el papel protagonista que hemos tenido en Navarra. Porque no es el Gobierno de Navarra el gran actor a este nivel, sino que somos más las ONGs las protagonistas de este trabajo.
¿Consideráis que la crisis ha servido de excusa para alimentar los recortes?
Sin duda el tema económico es muy importante. Cuando hay dinero, inviertes porque crees en ello, si en cuanto hay problemas eso es lo primero que recortas, estás demostrando que no hay una política, sino que es una oportunidad o una moda. Por eso pedimos un compromiso, porque además es una política demandada por la ciudadanía.
Entonces la crisis sí que ha sido una excusa. Podemos entender algunos recortes, porque ha habido recortes en todos los sectores, pero de una manera proporcional. Si el presupuesto se ha reducido en Navarra en un 25% en los peores años, entendemos que hubiera habido un 25% de recorte. No estamos hablando de grandes cantidades de dinero evidentemente, pero si los recortes en cooperación hubieran revertido en mejora de políticas sociales aquí, probablemente no lo compartiríamos, pero hubiera tenido algún sentido. Pero no es así, se ha recortado en todos los sectores sociales. Entonces, esta idea de la crisis que se entiende como “primero los de aquí”, nos parece una idea tremenda, si eso es lo que creemos podemos acabar como la ley de la selva. Pero incluso si aceptáramos eso, ni siquiera lo han cumplido, porque también se ha recortado en políticas sociales aquí.
¿Qué consecuencias han tenido estos recortes en los proyectos de cooperación?
Hay que separar por un lado que el dinero a cooperación, no todo son proyectos tangibles en países del sur (pozos, escuelas o ayudas a entidades), también hay labor aquí, educación, sensibilización, incidencia social… pero es cierto que la mayor inversión se hace en proyectos allí. En ese caso lo que se puede palpar es muchos proyectos a largo plazo que se han frenado, proyectos más grandes o más pequeños que han tenido que cerrar, parar o ralentizar, y en cooperación cuando no avanzas retrocedes.
¿Y creéis que la crisis ha repercutido también en la solidaridad de la sociedad?
Yo creo que la sociedad navarra y la española en general, es muy generosa, y se demuestra en las emergencias, es impresionante. Con el terremoto de Nepal, por ejemplo, que no tenemos unos vínculos históricos ni culturales, ha sido impresionante cómo ha reaccionado la gente, muchísimo mejor que todos los gobiernos y administraciones juntas. Quizá nos ha faltado a nosotros, como organizaciones y como coordinadoras no hablar siempre de los recortes, y explicar lo que se hace con la cooperación, y que la gente vea realmente la cooperación sirve para algo y tiene impacto en las personas, y quizá la gente no ha sido consciente de lo que se perdía con los recortes.
Pero también hay una idea positiva, que es el hecho de haber conocido una realidad que antes no veíamos, de desigualdad y pobreza, y hemos generado una conciencia más global. Y creo que eso tendrá a largo y medio plazo consecuencias positivas. Probablemente seamos más sensibles a lo que sucede fuera porque al final es lo mismo, no podemos separar norte y sur, porque estamos todos en lo mismo.