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Dessireé Lorena Petit: exótica, feliz y aprendiendo euskera

Dessireé Lorena Petit

Patricia Burgo Muñoz

Dessireé Lorena Petit nos recibe en su consulta del área de Neumología del Hospital de Urduliz (Bizkaia) donde lleva un año ejerciendo como médica especialista. Esta venezolana de 32 años llegó hace siete a Madrid desde la localidad caribeña de Maracaibo para preparar el MIR.

Eligió el Hospital de la Paz para realizar los cuatro años de residencia, un periodo que recuerda con especial cariño: “Recibí una formación excelente, en el primer mundo tienes todos los medios a tu alcance. Además, tuve la oportunidad de relacionarme con compañeros de todas las nacionalidades y de todas las partes de España”.

Dessireé reconoce que es una migrante privilegiada: “Mis motivaciones para salir de mi país fueron profesionales, pero por el camino la situación allá se ha ido por el peor lado. Ahora, no me planteo volver, además, ya he me he hecho una vida aquí”. Se refiere a Euskadi, donde se trasladó hace un año para ejercer su profesión y donde se siente totalmente integrada. Profesionalmente está muy satisfecha y le cuesta recordar anécdotas negativas con los pacientes. “En Madrid, los pacientes están acostumbrados a tratar con doctores de otros países. Solo recuerdo un caso de uno que me dijo: 'Así está la Sanidad, que me va a ver alguien de fuera…' Pero es algo súper puntual. Aquí en realidad te ven como algo exótico y te hacen preguntas por curiosidad, pero siempre con respeto”, cuenta sonriente.

Cuando cuelga la bata, Dessireé también disfruta de su vida en Bilbao, donde reside y donde espera quedarse. “Aquí os quejáis de la lluvia, pero en Maracaibo nos quejamos del calor, 38º todo el año”, dice con algo de sarcasmo. Su adaptación ha sido fácil, aquí ha conocido a su novio, un chico de Elorrio con el que espera poder hablar en euskera. “Estoy estudiando y ya he aprobado el A1, ahora por lo menos lo entiendo, que no es poco”, cuenta orgullosa.

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