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¿Puede un padre tener depresión postparto?

La existencia de una depresión postparto masculina genera debate entre los especialistas

Teguayco Pinto

La Biblioteca Nacional de Medicina de los EEUU define la depresión postparto como “una depresión de moderada a intensa en una mujer después de que ha dado a luz”. Durante años, la comunidad científico-médica ha discutido los criterios para definir este trastorno que puede llegar a afectar al 15% de las mujeres que dan a luz y muchos han luchado para que se reconozca y sea incluida en los manuales de diagnóstico. Ahora, algunos investigadores consideran que la depresión postparto también puede afectar a los hombres y aunque se han presentado algunas pruebas, el debate se mantiene abierto.

Algunos estudios publicados en los últimos años sitúan el umbral de depresión postparto entre los hombres en torno al 10%, unas cifras ligeramente inferiores a las de mujeres. Sin embargo, el tema está lejos de presentar un consenso en la comunidad médica. “Hay estudios que indican que se da prácticamente al mismo nivel que en las mujeres, pero eso es algo que en la práctica clínica no hemos llegado a ver”, explica Lluisa García-Esteve, Coordinadora del Programa de Psiquiatría Perinatal y Género del Hospital Clínic de Barcelona.

Según esta especialista, “está claro que los hombres pueden sufrir una depresión, porque están pasando una etapa de cambio en la que tienen que modificar su rol e incluso pueden sufrir cambios hormonales, pero que eso esté asociado al parto en sí, no está nada claro” y concluye que “quizás tendría más sentido llamarla depresión perinatal”.

También reconoce la existencia de un debate sobre esta cuestión la presidenta de la Asociación Española de Psicología Perinatal, Jesica Rodríguez, quien ha asegurado que “es algo bastante discutido”, aunque reconoce que “sí se ha visto que existen síntomas depresivos en hombres tras el parto de su pareja” y que “son similares a los que sufren las mujeres, aunque quizás no tan fuertes”.

“La depresión está biológicamente ligada al parto”

La depresión postparto es un trastorno cuyos síntomas son similares a los de la depresión que ocurre en otros momentos en la vida, aunque algunos son específicos. “Se distingue un poco de lo que serían otras depresiones, porque entran en juego sentimientos de minusvalía como madre, un distanciamiento o una preocupación obsesiva hacia el bebé, etc.”, explica Rodríguez.

Existen multitud de factores psicosociales que pueden contribuir a este trastorno, como el estrés excesivo ante la maternidad, la angustia por una supuesta falta de aptitud, la falta de sueño, el romper las rutinas diarias, la falta de apoyo social o familiar a la hora de abordar el cuidado de los hijos, etc. Sin embargo, aunque no hay un criterio unánime, varios estudios señalan los factores biológicos como los que tienen mayor peso.

“No sabemos exactamente la causa de que las mujeres se depriman tras el parto, pero sí sabemos que está muy relacionado con el hecho de que el parto es un estresor neurohormonal de gran magnitud”, explica García-Esteve. Según esta especialista, “la depresión postparto está biológicamente ligada al parto, porque sabemos que se producen cambios neuropsicológicos importantísimos”.

Hay cambios hormonales asociados a la paternidad

Aunque los hombres también pueden verse afectados por varios factores psicosociales a la hora de afrontar la paternidad, el peso que muchos especialistas le dan a los factores biológicos ha hecho que la depresión postparto masculina no sea considerada por muchos de ellos como un trastorno específico.

Sin embargo, varios estudios han señalado que la paternidad también puede llevar consigo algunos cambios hormonales en los hombres que pueden afectar a su estado de ánimo. En este sentido, un reciente estudio publicado el pasado mes de septiembre en la revista Hormones and Behavior afirma que “después del nacimiento de un bebé, se ha observado una disminución de los niveles de testosterona y un aumento de los síntomas depresivos en los padres”.

Estudios anteriores ya habían observado que en la mayoría de los padres los niveles de testosterona comienzan a disminuir unos meses antes del parto y se mantienen bajos durante varios meses tras el nacimiento de los hijos. Aunque no están nada claros los motivos de esta reducción en los niveles de testosterona, muchos investigadores relacionan este proceso con una mayor predisposición fisiológica de los padres con el bienestar materno y familiar.

“Hay varios estudios que vienen señalando estas variaciones hormonales en los hombres, lo que favorece una conducta de cuidado hacia los hijos”, explica Rodríguez. “Esta teoría indica que la testosterona baja para que los hombres cambien sus prioridades, sin embargo, falta mucho por investigar todavía en este campo”, concluye esta especialista.

En declaraciones a eldiario.es, la principal autora de esta nueva investigación sobre la influencia de la testosterona, la investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad del Sur de California, Darby Saxbe, ha reconocido que “ahora mismo no sabemos qué factores son causales y cuáles son correlacionales” y que “es probable que la caída de testosterona esté relacionada con una multitud de factores interrelacionados”.

Cambios hormonales “incomparables”

En cualquier caso, la mayoría de los investigadores coincide en el grado de variación hormonal no es comparable entre hombres y mujeres. “Estos cambios hormonales son incomparables con los que sufren las mujeres en el proceso del parto”, explica García-Esteve. “Hay que tener en cuenta que el nivel de estrógenos de una mujer pasa de un valor de 200 a 12.000 durante el embarazo y tras el parto cae a valores menopáusicos [por debajo de 200] en menos de 24 horas”.

Rodríguez asegura que el hecho de que el parto sea un proceso complejo y con muchos cambios es por lo que que “hay que tener un especial cuidado y atención sobre las madres”, pero que eso no implica que “se deba perder la atención sobre los padres”. Aún así, insiste en que la depresión postparto masculina “es un concepto que todavía está en discusión y sobre el que todavía no hay un consenso claro”.

Saxbe, por su parte, reconoce que es necesario llevar a cabo más investigaciones para llegar a conclusiones más solidas, ya que “se han realizado muy pocos estudios sobre la depresión postparto en hombres” y asegura que es posible que la salud mental de los padres “haya sido pasada por alto”.

Sobre esta posible falta de atención a la depresión masculina, García-Esteve recuerda que “son las psicopatologías que sufren las mujeres las que han estado invisibilizadas durante mucho tiempo” y que, aún hoy, “está costando que la depresión postparto de las mujeres sea reconocida y quede recogida en los manuales diagnósticos de los trastornos mentales, pese a todo el tiempo que se lleva investigando sobre ello”.

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