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La Universidad de Deusto amplía el aprendizaje a través del servicio comunitario a todas sus carreras

Gorka Ascorbebeitia

Bilbao —

El aprendizaje a través del servicio a la Sociedad es el fundamento que rige el ‘Service Learning’, práctica cada vez más habitual en la educación vasca. Gracias al apoyo de la fundación Zerbikas cada vez más colegios, institutos, centros de FP y universidades incorporan esta metodología en algunos de sus estudios. La Universidad de Deusto, sin embargo, fue más allá y aprovechó la adaptación a Bolonia para introducir unas pinceladas de este concepto en todos sus grados. Ahora busca extenderlo al mayor número de asignaturas posible.

Gracias a ellas, los alumnos cultivan competencias transversales como la empatía, el liderazgo, el compromiso o el trabajo en equipo y tienen la posibilidad de poner en práctica lo que han aprendido en un entorno real. El efecto añadido es que todo su trabajo beneficia a la comunidad. En Euskadi se han puesto ya en marcha prácticas como que alumnos de Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) de hostelería den clases de cocina saludable a personas en riesgo de exclusión o universitarios de las facultades económicas den clases de finanzas básicas a todos los interesados en comprender algo más sobre el funcionamiento del mercado.

Deusto decidió incorporarlo a todos sus estudios de grado a través de una asignatura de 6 créditos, unas cuatro horas semanales, en el segundo cuatrimestre del segundo curso. Aitziber Mugarra, profesora en la facultad de derecho y coordinadora del proyecto en la universidad bilbaína explica que la diferencia con el voluntariado clásico es que en ‘Service Learning’ “lo principal es aprender”. “Por un lado la parte técnica, pero también otra serie de competencias, como las habilidades sociales o la empatía que son muy difíciles de trabajar en el aula”, detalla.

Intentan que todas las carreras sitúen la asignatura aproximadamente en el mismo horario, lo que les permite tejer grupos de alumnos multidisciplinares que puedan trabajar de forma más efectiva “en proyectos que den respuesta a problemas reales”. La profesora de Deusto pone varios ejemplos de iniciativas puestas en marcha desde la universidad. En una de ellas hicieron que estudiantes de derecho y económicas colaboraran en un trabajo que tenía por objetivo extender el conocimiento de la banca ética entre la juventud vasca. “Fue un éxito y tuvo el efecto secundario de que los alumnos que participaron en el mismo extendieron el conocimiento de otro tipo de modelos económicos que no salen en los libros de texto entre sus compañeros”, comenta Mugarra.

Oportunidad de renovación

Oportunidad de renovaciónOtro ejemplo buscaba la colaboración de alumnos de filología vasca y de informática para traducir programas de ‘software libre’. En la mayoría de los casos se busca específicamente que los grupos que participen en los proyectos sean multidisciplinares para que los estudiantes se acostumbren a trabajar en equipo y tejan relaciones con personas que no pertenezcan exclusivamente a su área de conocimiento.

Ahora mismo, Deusto está centrada en extender esta forma de trabajo y aprendizaje a otras asignaturas de todas las carreras. “Hasta hace poco era una herramienta muy poco usada”, observa la coordinadora del proyecto. “Requiere que se rompan muchas barreras entre todos los ámbitos de la universidad y como se trata de una institución muy compartimentada…”, valora. Sin embargo, el plan Bolonia y su forma de medir los conocimientos de los alumnos en su capacidad para poner en práctica las competencias que han adquirido ofrecen una oportunidad para la renovación.

“Lo que intentamos es que todos los trabajos en grupo de todas las carreras sean de este tipo”, asegura Mugarra. El aprendizaje de servicios también ha demostrado tener otros efectos beneficiosos para el alumno como la posibilidad de desarrollar sus estudios en un entorno fuera del aula. Y más importante aún, al poner en práctica casos reales reciben una experiencia temprana del mundo en el que se están metiendo. “Esto les permite descubrir incluso en los primeros cursos si la carrera que han elegido es su verdadera vocación”, apunta la profesora de Deusto.

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