Los bailarines Javier Murugarren y Naiara Mendioroz, este martes en la Casa de Cultura de Villava

Murugarren y Mendioroz entremezclan así tradición y contemporaneidad en una obra que propone “una escucha al espacio que hay entre un golpe y el siguiente, un estudio sobre la atención del cuerpo en la escucha del vacío, una sucesión de intervalos sonoros, una orquesta afinando los instrumentos antes de empezar, una opera, un irrintzi, silencio, un sonido, un cuerpo, dos sonidos, dos cuerpos”.

La obra, programada dentro del Festival Inmediaciones 2014, se divide en dos actos. En el primero se plantea un mecanismo de traducción en el que a partir de partituras musicales de txalaparta y hang (instrumento armónico) componen secuencias de voz articuladas entre la ópera y el irrintzi; y movimientos que se sostienen entre el juego y la lucha.

En el segundo acto, con la colaboración del músico Javier Olaizola, profundizan en su interés actual por escenificar música en vivo, desgranando un riguroso diseño coreográfico.

Esta traducción propone dinámicas musicales e intervalos vibrantes entre un antiguo instrumento vasco, la txalaparta, y un instrumento percusivo nacido hace trece años, el hang. Este instrumento fue creado en los laboratorios suizos de la compañía PANART a cargo de Felix Rohner y Sabina Schärer.