Decirle a un terrorista que tiene razón

Nadie mata por ver en un telediario que otro ha matado. No es el motivo que le lleva a hacerlo, pero sí un factor de riesgo asociado a asistir de manera recurrente a una validación discursiva en la que se expresa que los asesinatos de mujeres por parte de los hombres no se producen por un sistema patriarcal de perpetuación de roles de dominación, sino únicamente por la maldad intrínseca de algunos hombres que asesinan a mujeres por los mismos motivos por los que un hombre asesina a otro hombre. 

Este mes de diciembre es uno de los más sangrientos de la historia desde que hay registros de los asesinatos por violencia machista. Entre los confirmados y los que están a espera de confirmar la causa, pueden ser 14 los feminicidios, cinco de las cuales se encontraban integradas en en VioGén, el Sistema de seguimiento integral en los casos de Violencia de Género. Miguel Lorente, exdelegado del gobierno para la violencia de género, en una intervención en Al Rojo Vivo explicaba de forma didáctica el problema: “La inmunización en violencia de género es la educación. Tenemos que educar para generar esos anticuerpos críticos con todos los elementos que definen la violencia contra las mujeres, que la normalizan, que la integran, que la justifican y minimizan”. Lorente explicaba cómo la prevención es imprescindible y se hace sobre la importancia del discurso público en que la educación es parte fundamental, pero no la única, porque dentro del mensaje predominante operan de forma prioritaria los medios de comunicación y los discursos políticos. La comunicación, sea como sea que se produzca, tiene una importancia muy relevante a la hora de reforzar los comportamientos machistas que en última instancia llevan al asesinato de las mujeres como expresión máxima del patriarcado. 

Los feminicidios se han producido de manera sistemática, y se seguirán produciendo aunque VOX no exista, porque se basan en un sistema patriarcal de reproducción de opresiones. Precisamente por eso un discurso como el de VOX refuerza los comportamientos de los agresores de mujeres y agrava el problema en vez de ponerlo en vías de solucionarse. Se pueden reforzar los comportamientos de múltiples maneras. Uno de ellos es validar el ideario político que se oculta tras los comportamientos machistas, porque los crímenes machistas están basados en unas profundas convicciones morales e ideológicas supremacistas que consideran al hombre por encima de las mujeres y por lo tanto tiene derecho de uso y disfrute sobre el cuerpo, el comportamiento, la dominación y la propia existencia de ellas. 

Miguel Lorente explicaba cómo actúan los refuerzos de esos comportamientos también con la presencia pública de los propios crímenes al validar la moralidad de su posicionamiento ideológico machista: “Cuando se produce un homicidio previo, los agresores que están pensando en matar a sus mujeres, porque ahora mismo, por duro que nos parezca, hay hombres que están pensando en asesinar a su pareja o expareja, pues en estas circunstancias sabemos que el homicidio previo actúa como un factor de refuerzo para mantenerse en esa idea, para continuar hacia adelante con ese propósito”.

VOX opera con su discurso reforzando ese comportamiento político terrorista de los hombres que asesinan a las mujeres negando la existencia de estos crímenes por razones machistas. Lo hace también al validar la estructura machista que funciona sobre esta doctrina moral de dominación y expresando de forma pública directa, pero también de manera soterrada y taimada, que las mujeres tienen un rol histórico determinado dedicado a los cuidados que tiene que ser corregido para no desviarse del buen camino. Ese discurso de refuerzo de los comportamientos machistas tiene como expresión máxima la selección del feminismo como enemigo a batir fundamental de sus políticas, hechos y palabras. El movimiento feminista había conseguido hegemonizar la censura  sobre los comportamientos base de la dominación y la violencia machista y logró su máxima pujanza antes de la aparición en el debate público de la extrema derecha. El discurso de VOX actúa sobre el antídoto contra la mente del terrorista machista y por lógica conclusión trabaja en favor de que esos asesinatos se reproduzcan.