Fiscales y Nespresso (movida fake para muy cafeteros)
"La verdad requiere mucho tiempo. Donde una información ahuyenta a otra no hay tiempo para la verdad"
Esta es la historia de una no-historia, en la que importa más el escenario que la acción. Ya les aviso que es para muy cafeteros, pero si son más bien de descafeinado también aprenderán cómo se mueven los hilos del interés cuando hay a la vista elecciones dentro de un gremio y ya verán si les conviene extrapolarlo a otros ámbitos. Esta es la historia de la pataleta de un fiscal controvertido que tenía un puesto prestado, el suyo estaba en Canarias, en comisión de servicio en la Fiscalía Anticorrupción, al que cuando le llegó la hora de afianzar la plaza no le votó nadie en el Consejo Fiscal y que se vende como un represaliado. Es la historia también de las asociaciones fiscales que aspiran a no perder votos o a ganar alguno más en las elecciones y de cómo todas las cuestiones se vuelven mediáticas en la sociedad del relato. En el telón de fondo, las ganas de muchos a todo lo que pueda hacer temblar al Gobierno, y eso incluye a la fiscal general del Estado, y como atrezzo el juego que muchos periodistas de medios conservadores están dispuestos a hacerle a un señor que les filtraba más que el papel de la Melitta. Esto suele ser algo que pone cachondos a mis colegas y enerva a la mayoría de fiscales y jueces y esa tensión es saludable y ha existido siempre aunque no es argumento para convertir en víctima del sistema al fiscal Stampa, pues ha sido él y quienes le siguen el juego, los que han intentado montar un pollo donde no hay nada. Si lo hubiera, saben todos que yo no temblaría al contarlo. Eso ya lo he demostrado.
A Stampa, que estaba de prestado en Anticorrupción, no le votaron ni los suyos en el Consejo Fiscal cuando la plaza salió para ser tomada en propiedad. Todo quedó así hasta que hace unos días otro fiscal, para casi todos ustedes desconocido, Salvador Viada, a la sazón flamante presidente de una asociación minoritaria en la carrera fiscal (APIF) le envío una carta “abierta” a Dolores Delgado. Carta que abrió la prensa -¡siempre la prensa!- casi antes de que la leyeran en la FGE y en la que acusaba a la fiscal general del “acoso” al pobre Stampa que ha sufrido “una campaña sistemática en los medios” -¡ay, los medios!- que unida a “una ofensiva de los poderes económicos” se convirtió, siempre según Viada, en una campaña “cuyo objetivo era apartar al fiscal Stampa de la instrucción del Caso Tandem”, motivo por el que exigía a la fiscal general “esclarecer la situación de Stampa”.
¡Qué bonito es el papel del represaliado! ¿No les gustaría acogerse a él alguna vez? Que te han podido perseguir las críticas a tus actuaciones profesionales (caso Stratvs o caso Unión o el propio caso Tandem), que el que era tu fiscal jefe en Canarias y miembro de tu misma asociación, Vicente Garrido, se movió entre los consejeros de la AF para que no te votaran; que el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, ha podido dejar claro ante el Consejo Fiscal que le gusta mucho la profesionalidad, la competencia y la discreción del compañero que han nombrado en tu lugar, que está muy contento, y que la instrucción de Tandem va de maravilla sin ti, pero que tú eres un represaliado por la Delgado y un perseguido por las fuerzas del mal que quieren impedir que hagas Justicia. Pues vale. Marchando un cortado, por favor.
Me ha resultado muy curioso, a la par, el segundo acto de esta movida para muy cafeteros que ha sido la introducción del tema en el orden del día de ayer miércoles del Consejo Fiscal. Lo han hecho por transparencia y por dar explicaciones pero es como responder a los medios porque ¿qué acusaciones concretas se hacían oficialmente y cómo se han probado?¿quién lo había pedido? Lo digo porque los fiscales seguro que saben que los rumores eran cosa de Raffaella Carrá y que lo suyo es probar y justificar las acusaciones. El fiscal jefe de la Secretaría General Técnica, Álvaro García, también hizo ayer una exposición detalladísima de cómo fue el procedimiento contra Stampa por la supuesta revelación de secretos a la abogada de Podemos y su posterior archivo. También ha dejado claro que esos misteriosos documentos que publicaban hasta con sello de agua determinados periódicos - ¡uy, los medios de nuevo!- los que hablaban sobre “los correos que revelan las maniobras de Delgado contra Stampa” no eran sino los escritos que en aplicación del artículo 25 del Estatuto Fiscal se habían dirigido. Haría falta saber que la dación de cuentas entre las diversas fiscalías y la Secretaría General del FGE es habitual, reglada y un instrumento de trabajo. Lo que es más raro es que esos correos internos acaben en manos de un fiscal investigado, como sucedió en la Fiscalía de Madrid y que este los filtre a los periodistas. Después de esa intervención nadie, ni siquiera los vocales de la Asociación de Fiscales, hizo en el Consejo de ayer la más mínima pregunta ni apunte ni exigió más explicación.
Ahora viene el solo con hielo. A los minutos de salir, estos vocales hicieron público un largo comunicado en el que dicen que el caso concreto de Stampa no es la cuestión sino “la preocupación generalizada de toda la Carrera por los últimos acontecimientos que están dañando su imagen y a la propia Institución, por la falta de credibilidad ante la opinión pública de la fiscal general. Su exposición continua ante la ciudadanía derivada de su forma y manera de proceder y entender la Institución son la raíz del problema”. Que observen el el rock’n roll: los “acontecimientos últimos” deben ser que la carta de Viada ha salido en prensa y la raíz del problema “la exposición continuada” y “la falta de credibilidad ante la opinión pública” de Dolores Delgado. Acabáramos, es un problema de comunicación y de opinión pública y no algo real. Sin embargo, tras callar en la reunión, piden a la FGE a través de la prensa -¡ay, de nuevo la prensa!- documentos que saben que no les pueden dar, como diligencias de investigación concretas o la relación de abogados de un procedimiento, para lo que no tienen ninguna competencia.
Comprendo que llegados a este punto quieran pasarse al té. Yo, también. Los escándalos de chichinabo, las tormentas en vasos de agua, son un rollo pero, como se ha visto, hasta los fiscales y sus asociaciones han caído en el mal del siglo. Luego denuncias con pruebas verdaderas corrupciones y todo el mundo hace como si no pasara nada. “A partir de cierto punto, la información no es informativa sino deformativa (…) La información circula ahora sin referencia alguna a la realidad. Las fake news pueden ser más efectivas que los hechos. Lo que cuenta es el efecto a corto plazo. La eficacia sustituye a la verdad”, en palabras de Byung-Chul Han.
La eficacia para sus fines y objetivos, eso es lo que buscan, esperemos que sin éxito porque eso ya sería de carajillo.
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