En Madrid, a las ocho, o creas un nuevo partido o te lo crean

Ya habrán oído mil veces la frase ingeniosa atribuida a Eugenio D’Ors sobre la vida cultural de la capital: “En Madrid, a las ocho de la tarde, o das una conferencia o te la dan”. Últimamente podemos parafrasearla para hablar de una costumbre también muy madrileña (pues estas cosas casi siempre salen de la capital): “En Madrid, a las ocho de la tarde, o creas un nuevo partido o te lo crean”. O si prefieren, podemos adaptar también el viejo “sujétame el cubata…”
Cada poco tiempo alguien se queda sin partido (derrotado internamente, expulsado, desaparecida su formación) y decide, ¡oh, sorpresa!, fundar uno nuevo. Cada poco tiempo un grupo de ex dirigentes políticos, ex cargos públicos, profesores universitarios, columnistas de prensa, profesionales independientes y demás etcéteras se juntan y presentan con toda la ilusión del mundo lo que todos estábamos esperando: ¡un nuevo partido político!
Estos días se ha dado la graciosa coincidencia de que se anuncie no uno, sino dos partidos a la vez. Tan parecidos, tan intercambiables en sus planteamientos, que hasta comparten alguno de los firmantes. Ya podían haberse puesto de acuerdo para sumar fuerzas en uno solo, aunque yo no descartaría que lo hubieran intentado sin entenderse, y que uno fuese ya la primera escisión del otro.
A un lado tenemos a La Tercera España, nombre de inspiración machadiana (si don Antonio levantase la cabeza…) que se inscribe este lunes como asociación. Hasta ahora lo único que tenemos es un manifiesto (que es también una cosa muy nuestra, firmar un manifiesto como paso previo) entre cuyos firmantes hay ex de Ciudadanos y de UPyD (se hacen idea de por dónde va el asunto), y el periodista ese, el jurista aquel, el filósofo tal y el escritor cual, que me suenan de algo, dónde he visto yo estos nombres antes. ¡Ah, sí, firmantes en su día de manifiestos fundacionales de partidos ya desaparecidos! Parece que hay poco banquillo entre los fundapartidos.
Al otro lado, o más bien en el mismo lado, se presenta Nexo, “plataforma de ideas” que se propone impulsar un nuevo “proyecto político” (otro partido, aunque siempre queda mejor lo de “proyecto político”). Entre sus impulsores, ex miembros de Ciudadanos, algunos de los cuales lo fueron antes también de UPyD (se hacen idea de por donde va el asunto). Entre ellos, Francisco Igea, procurador por Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León, que también ha firmado el manifiesto de La Tercera España, cosa graciosa que impulses dos partidos al mismo tiempo en la misma semana. En el caso de Nexo, no ha habido manifiesto fundacional, sino un grupo de WhatsApp creado en un bar, confiesa su cara más visible, Edmundo Bal (que también me suena de algo). Yo tenía un amigo de joven que a la cuarta cerveza siempre proponía fundar un partido, menos mal que no había WhatsApp entonces.
Los dos partidos son tan intercambiables en sus impulsores y en sus antecedentes, como en sus ideas. Oyes lo que dijeron los de Nexo en su presentación, y lees el manifiesto de La Tercera España, y menos entiendes que no hablaran entre ellos para hacer un solo ridículo en vez de dos. Unos dicen que son progresistas y aspiran a ocupar el centro (no se rían, esperen), y no están “ni con la izquierda ni con la derecha”, “ni rojos ni azules”; que a los que tenemos una edad nos suena a aquellos mecheros de mercadillo que tenían la leyenda: “soy apolítico, lo mismo me da la derecha que los hijos de puta de la izquierda”. Los otros prometen un partido “de izquierda no populista”, “moderno, de corte socialdemócrata, europeo”, hasta que lees su manifiesto, que en su antisanchismo visceral podría firmarlo Feijóo, y donde defienden que el PSOE apoye al PP para que gobierne, y una Gran Coalición, y entonces se entiende todo.
Lo más gracioso es que, en este rebañar ex de partidos muertos, los dos le echan la caña a la vieja guardia del PSOE. Edmundo Bal elogia a González y Guerra, y en su presentación estuvo el ex ministro Corcuera. Los de La Tercera España no se quedan atrás: quieren recuperar “los valores de la Transición, universalmente admirada”, y han contactado con Nicolás Redondo Terreros, recientemente expulsado del PSOE. Ilusión y renovación generacional a tope, en ambos casos.
Les ahorro enumerar las medidas que unos y otros prometen para “regenerar España”, porque son casi las mismas en ambos casos, pero también las mismas que ya antes ofrecía Ciudadanos, y aún antes UPyD, el corta y pega programático que nunca cesa. Por supuesto, ambos partidos quieren presentarse a las próximas elecciones europeas, que ya sabemos que son como el sorteo del Niño, las que más reparten. A ver si cae algo.
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