El rescate de la banca: cierre en limpio ¿para quién?
Hace ahora un año Economistas Frente a la Crisis publicaba un artículo en el que se consideraba que el rescate total para la economía española era altamente probable por la dificultad a la que se enfrentaba el Tesoro para financiarse a tipos de interés sostenibles. El artículo concluía que la elevada prima de riesgo sólo se podría reducir a través de la compra masiva de deuda soberana por parte del BCE. Se consideraba que las autoridades españolas tenían muy difícil otra salida que no fuera solicitar el rescate a la Troika y con ello cumplir con la condición imprescindible para la activación del programa OMT del BCE (compras ilimitadas de deuda soberana en el mercado secundario de aquellos Estados miembros que lo soliciten al Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM).
Pero no fue necesario solicitar el rescate. El artículo minusvaloró el efecto que el “I will do whatever it takes” de Draghi tendría sobre los mercados. Sin desembolsar un solo euro, esas 6 palabras, más la especificación del programa de compra de bonos, consiguieron una reducción de la prima de riesgo de 250 puntos básicos, y lo que es más importante, disiparon los riesgos de ruptura del euro que hasta entonces cotizaban alto. Es un activo que debe resaltarse de la actuación de Mario Draghi, es la prueba del poder de los banqueros centrales. Es la prueba también de que los mercados no quisieron apostar contra el BCE. Tal vez sean menos valientes de lo que parecían, aunque la relajación de los plazos de la consolidación fiscal, el instrumento letal de las políticas de austeridad, también contribuyera, sin duda, a relajar las tensiones de los mercados.
El Eurogrupo ha anunciado un acuerdo político por el que España no necesitará una extensión del programa para el rescate de la banca. A falta de que las pruebas de esfuerzo de la banca y la revisión de la calidad de activos -que llevará a cabo el BCE en los próximos meses- certifiquen que la banca española está suficientemente recapitalizada y de la última revisión periódica de la aplicación de las medidas recogidas en el Memorandum de Entendimiento, las autoridades europeas han calificado como éxito el programa español y felicitan al Gobierno por su ejecución y determinación en aplicar la condicionalidad asociada al rescate. No me voy a detener aquí en los muchos peros que se podrían poner a esa valoración, empezando por la capitalización de los bancos, finalmente a costa de los contribuyentes, siguiendo por el estrangulamiento del flujo de crédito a la economía real, la fragmentación financiera, que continúa, y finalizando por la inasumible tasa de paro, consecuencia en parte de un sistema financiero disfuncional y todavía comatoso. Y no me detendré en ello porque el programa de rescate a la banca española ha sido un éxito… si nos atenemos al objetivo que se buscaba, que está muy claro a tenor de la regulación del instrumento de asistencia financiera del MEDE elegido para la recapitalización bancaria:
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