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Rita, Rajoy, Aznar y el saqueo valenciano

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José María Calleja

La imagen de Rita Barberá, escondida detrás del visillo, mirando furtivamente desde la ventana de su casa para ver quién esta en la calle a la que ya no se atreve a salir, refleja de manera gráfica el hundimiento del PP.

El parque temático de la corrupción en la Comunidad Valenciana ha agotado hasta el banquillo. En el banquillo de los imputados están los titulares de cargos públicos y están incluso algunos reservas, gentes que no fueron elegidos en las listas y que también están implicados. Han conseguido el récord en el PP de Valencia: están investigados los titulares, los reservas, los familiares, las parejas de los imputados…

Ahora, el juez cita a todos los concejales de Valencia, a todos menos a la jefa Rita, que se ha hecho un senado. Ahora se disuelve la dirección entera del partido, se pone en cuarentena al grupo municipal mientras la hermana de Rita, Asunción, dice: “Nos hemos pasado”; se refiere a eso de enviar a toda la militancia a blanquear dinero por los comercios de la ciudad. Dice “nos hemos pasado” con el blanqueo de dinero en una conversación telefónica pinchada por la Guardia Civil y revelada por El Mundo.

La hermana de Rita, jefa de la barraca de la jefa, casada con el abogado de la jefa, José María Corbín, que dan trabajo a sus hijos, sobrinos de Rita, que el PP siempre ha sido muy de defender la familia.

Prácticas de blanqueo de dinero con las que se llenaba la plaza de toros de Valencia, esa en la que Rajoy le decía a Rus: “yo te quiero Alfonso, coño, te quiero”, y a Rita: “eres la mejor”, y a Camps…

Me imagino cómo tienen que estar el resto de dirigentes del PP nacional a los que Rajoy haya dedicado alguno de sus ditirambos, visto que Fabra sigue en la cárcel, Matas pacta devolver su palacete para no volver a entrar en prisión y Camps vuelve a la actualidad por la corrupción valenciana, perdón por la redundancia. Todos ellos eran para Rajoy paradigmas de lo que había que hacer en España.

Qué pensar de una única trama de corrupción, con diferentes denominaciones de origen, que era capaz de sacar dinero desde la visita del Papa, hasta las promociones turísticas de la marca valenciana, pasando por las faraónicas construcciones, los coches de carrera, los barcos. Una corrupción por Tierra, Mar y Aire. ¡Una infatigable actividad corrupta que saqueaba hasta el dinero destinado a la reconstrucción de un hospital destruido en Haití por el terremoto de 2010! (Extraña que Calatrava no construyera una cárcel de diseño, que vendría pintiparada para los que hubieran sido sus inauguradores). Aquí también la familia: Rafael Blasco encarcelado por el saqueo de fondos a Haití; su mujer, Consuelo Ciscar, investigada por presuntas irregularidades, también en forma de expolio y saqueo, del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).

Hemos superado ya la fase de la delación para rebajar la condena, propia de cualquier organización mafiosa que se precie, y así tenemos al saltimbanqui de Marcos Benavent, que ha pasado de reconocerse un yonki del dinero a cantar información sobre sus camellos que desfilan o desfilarán ahora ante el juez.

Tenemos también a Alfonso Grau, mano derecha de Rita, que esta en ese momento de rumia, tipo: para esto me he dejado yo la piel por el partido. Grau muestra su despecho por cómo salió del ayuntamiento y ya sabemos que el despecho es uno de los motores de la historia. Grau tiene un cabreo monumental por hacer noche en el calabozo con una perspectiva de 11 años de cárcel.

Tenemos también el que sigue apoyando a la jefa, Juan Vicente Jurado, y dice que Rita no sabía nada y que toda la culpa es de Alfonso Grau, pareja de María José Alcón, concejala detenida por corrupción, y al que recordarán por el tono matón con el que trataba a los periodistas en las mal llamadas ruedas de prensa, tan habituales en Valencia.

La corrupción en Valencia se ha sostenido con la compra o el desprecio a los medios de comunicación.

Los concejales empiezan a romperse entre ellos y estamos a un minuto de nuevas delaciones que permitan aminorar posibles penas a base de enmarronar al colega con el que ayer ser se reía, cenaba y trincaba al alimón, como si no hubiera un mañana.

Y en este punto deberíamos recordar el papel de Aznar en este fregao. ¿Se acuerdan cuando empezó a bañarse, tras convocatoria de cámaras, en Les Platgetes, en Oropesa, Castellón, marcando tableta, acompañado de toda la familia?, pues por allí andaban Fabra, que acudía a recibirle como buen jefe provincial del movimiento, Rus y ¡Rita!, que también le recibía aunque aquella no era su alcaldía. Estaba toda la cohorte de los hoy imputados, que entonces formaron corte en torno al presidente del Gobierno, poder absoluto en el PP y amigote también de los investigados. ¡Ay!, esas imágenes de la boda de la hija de Aznar, ¡cuántas horas de emisión han facilitado a las teles! ¡qué documentación impagable para ilustrar la corrupción!

Rita esta en casa, braman como argumento a favor de su inocencia los alicaídos y menguantes defensores políticos y mediáticos del partido de la corrupción. Como si estar en casa, escondida tras el visillo, fuese lo mismo que tirar petardos por la calle, dar saltitos en Fallas o expandirse en el balcón del caloret, hallazgo lingüístico inconsciente y que sirve para ilustrar toda una época que ahora se va por la ventana.

Por cierto, ¿Rita se metió en el burladero del Senado al ser informada a tiempo de la que se le venía encima?

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