La cajera y los ilustres profesionales

Entre los argumentos que utiliza la derecha para descalificar a la Ministra de Igualdad, Irene Montero, es frecuente oírles señalar que, antes de dedicarse a la política, Irene Montero lo único que hizo fue trabajar como cajera.

Efectivamente, Irene Montero trabajó, con 24-25 años, como cajera en la tienda de San Sebastián de los Reyes de la cadena SATURN, y lo hizo para pagarse un Máster en Psicología de la Educación, en la Universidad Autónoma de Madrid (no confundir con la Universidad Rey Juan Carlos, por favor), tras haber obtenido, en esa misma Universidad Autónoma, el título de Licenciada en Psicología, a los 23 años, con una nota media de sobresaliente en la carrera. En ese máster que cursó mientras trabajaba como cajera, sacó 10 matrículas de honor de 15 asignaturas y obtuvo el título con una nota de 9,5 en el Trabajo Fin de Máster.

Por cierto, dado su excelente rendimiento académico, la UAM le ofreció a Irene Montero una beca para cursar un doctorado en la Universidad de Harvard (la de Estados Unidos, no confundir con la de Harvaravaca, por favor), beca a la que renunció por estar ya implicada políticamente, formando parte del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos.

Estudiantes brillantes, como Irene Montero, los hay y los ha habido, y estudiantes que hayan trabajado y trabajen para ayudarse en sus estudios (como camareros, dependientes, repartidores, etc.) también los hay y los ha habido, pero resulta sorprendente que, quienes desde la derecha menosprecian a Irene Montero porque “solo” ha trabajado como cajera antes de dedicarse a la política, “olviden” que los ilustres líderes de los dos grandes partidos de la derecha y ultraderecha, Pablo Casado y Santiago Abascal, no dieron, profesionalmente, ni un palo al agua antes de entrar en política, pero nada de nada, y eso al margen de “comparaciones odiosas” entre los expedientes académicos de unos y otros.

Porque de Santiago Abascal se sabe que tiene una Licenciatura en Sociología por la Universidad de Deusto, que terminó a los 27 años, sin brillantez académica alguna y sin cursar ningún máster ni otros estudios de postgrado.

Por su parte, ya conocemos el ímprobo esfuerzo y dedicación que empleó Pablo Casado para obtener su Licenciatura en Derecho: 7 años necesitó para aprobar la mitad de la carrera en ICADE y solo 4 meses para aprobar la otra mitad, cuando le trasladaron el expediente al Centro de enseñanza superior Cardenal Cisneros y (oh, casualidad) tras ser nombrado presidente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid y, más tarde, su célebre máster en la Universidad Rey Juan Carlos, que simplemente le regalaron “por ser vos quien sois” y, de milagro, se libró de que lo procesaran por falsedad de documento público, porque el expediente judicial por las irregularidades de ese título llegó al Tribunal Supremo.

Así que sugiero, a quienes menosprecian a Irene Montero por su trabajo de cajera, que busquen, comparen (a esa cajera con los dos ilustres profesionales y académicos mencionados) y si encuentran algo mejor… ya saben.