Cómo la guerra en el Cercano Oriente ha reforzado las posiciones estratégicas de Ucrania en la lucha con Rusia

Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, Rusia empezó a anticipar que con la aparición de un nuevo foco de conflicto, el Oeste global desviaría su atención de Ucrania hacia Israel. Esta retórica se observa especialmente en la prensa rusa, que trata de respaldar ese argumento señalando que octubre fue el último mes en que Ucrania recibió la ayuda económica por parte de Estados Unidos.



Sin embargo, Estados Unidos no concibe las guerras en Ucrania e Israel como conflictos equiparables, y percibe la agudización de la situación en el Cercano Oriente como el intento de los regímenes autoritarios de socavar el orden democrático mundial. El presidente estadounidense, Biden, en su entrevista para CBS afirmó que tiene el objetivo de preservar las democracias tanto en Ucrania como en Israel. Según las palabras del presidente americano, EEUU no solo tiene la capacidad para cumplirlo, sino también la obligación llegando a afirmar, el pasado fin de semana a través de Twitter, que el apoyo a Israel y Ucrania es crucial para la seguridad internacional de su país. Además, tras la demanda verbal de Putin de retirar los obsoletos misiles ATACMS de Ucrania, Biden comparó al presidente ruso con Hamás afirmando que ambos tienen el objetivo de destruir la democracia.

Tras estas afirmaciones de Biden, muchos en la sociedad estadounidense lo comparan con el ex presidente de EEUU, Ronald Reagan, quien fue un símbolo del liderazgo estadounidense en el mundo durante la Guerra Fría. Esta percepción de Biden como sucesor de Reagan a la víspera de las próximas elecciones de 2024 supondría un fortalecimiento de su candidatura.

Actualmente, tras elegir a Mike Johnson como el nuevo portavoz del Congreso, los legisladores estadounidenses podrán votar sobre el paquete de ayuda financiera para Ucrania de $61 mil millones, tal como lo solicitó la Casa Blanca. Cabe recordar que EEUU no asignó prácticamente recursos para Ucrania durante todo octubre fuera del formato Ramstein por la ausencia de disposiciones sobre el apoyo a Ucrania en el presupuesto temporal del país, que se mantiene hasta el 17 de noviembre. Sin embargo, los congresistas tienen el derecho de votar sobre el siguiente tramo con un proyecto de ley específico, que también incluiría las ayudas a Israel y Taiwán, lo cual refleja los intereses de Estados Unidos en estas regiones estratégicas.

Las declaraciones de lideres de países europeos también dejan en claro que Europa no desea la desviación de las ayudas de los países del Norte a Ucrania por la aparición de la nueva guerra. Así, la primera ministra de Italia, el primer ministro de Países Bajos y el ministro de Defensa de Alemania han declarado públicamente que la guerra en Israel no les distraerá del apoyo a Ucrania, y el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, comparte la misma posición.

Ciertamente, no cabe esperar que la guerra entre Israel y Hamás permitirá a Ucrania obtener todos los tipos de armamentos de inmediato. Sin embargo, no hay indicio alguno de que la guerra entre Israel y Hamás cesará los suministros militares a Ucrania o los minimizará por el factor israelí. EEUU entiende que ambas guerras tienen una misma naturaleza, incluyendo aquí la amenaza de agresión contra Taiwan por parte de China. Y en Europa, la posición pública sobre el apoyo militar de Israel es muy diferente de la americana, lo que, a su vez, también excluye la posibilidad de una desviación presupuestaria hacia el país del Cercano Oriente.

Si uno de los principios narrativos de la propaganda rusa sostenía que Occidente empujará Ucrania a las negociaciones con Rusia a finales de año podía tener alguna credibilidad, entonces el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en el Cercano Oriente eliminó esta posibilidad, recordando a Occidente que Ucrania es uno de los pilares para la preservación del orden democrático mundial moderno.