Sumando

Acabo de leer la primera propuesta concreta para cortar la intolerable sangría suicida de la imagen pública de Sumar. Tengo muy claro quiénes son sus responsables, pero más claro todavía, que hasta el 23j solo se trata de sumar apoyos, votos. Por eso, renuncio a las críticas, que restan, y me sumo a la propuesta de de Javier Gallego en eldiario.es de hoy (“Sumar la división”):

“Propongo una solución salomónica que requiere generosidad y altura de miras y que no contentará a las partes pero puede gustar a la ciudadanía y detener el ruido y la furia de una maldita vez: que Sumar rectifique y acepte a Irene Montero en reconocimiento a sus méritos y que Irene Montero agradezca la rectificación, pero tome la decisión de apartarse como hizo Iglesias cuando llegó a la conclusión que movilizaba más en contra que a favor como demostró el 28M.”

Me parece una propuesta muy razonable y perfectamente asumible por las partes, si es que todas ellas tienen la actitud que a todas se les debe exigir en este momento. Y pienso que no solo “puede gustar a la ciudadanía”, sino que la inmensa mayoría de la ciudadanía votante potencial de Sumar la exigiría ahora mismo.

Porque la actitud exigible a tod@s l@s agentes polític@s de Sumar hasta el 23j es, precisamente, la de comprometerse a trabajar unid@s para atraer al mayor número de votantes potenciales. Para ello, es condición indispensable dar imagen inequívoca y sincera de esa unidad. ¿O es que el objetivo citado no es sinceramente compartido por tod@s? Por tanto, aparcando hasta el 24j todas las diferencias y discrepancias, toca concentrarse sinceramente en lo que une y dar imagen positiva, aunque sin caer en la sobre actuación de abrazos, besos o sonrisas.

Hasta el 23j, tod@s l@s agentes de Sumar deben tener como referencia a l@s potenciales votantes del conjunto de Sumar, no a l@s de su habitual parroquia ni, menos todavía, a los intereses de sus dirigentes o del propio partido. Y deben hacer pedagogía positiva y unitaria entre sus militantes, voceadores y votantes, para que cese todo ruido y se superen las posibles reticencias al voto. Es momento para la disciplina.

En cuanto al contenido de la propuesta salomónica, ahí está los ejemplos de Alberto Garzón, Ada Colau, etc. ¿Alguna duda sobre la inequívoca aportación que hacen a Sumar o sobre el aplauso unánime de sus potenciales votantes?

Pues eso.