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Albert Rivera abandona la política: dimite como presidente de Ciudadanos y renuncia a su escaño tras el batacazo electoral

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, durante su comparecencia para anunciar su dimisión

Carmen Moraga

Albert Rivera dimite. El presidente de Ciudadanos ha anunciado su dimisión en la Comisión Ejecutiva Nacional que se ha reunido en la mañana de este lunes en la sede del partido. Después ha comparecido para hacerlo oficial: “En coherencia con lo que soy, no creo que a nadie le sorprenda que yo hoy dimita como presidente de Ciudadanos”. Tras el descalabro electoral del partido, que ha pasado de tener 57 escaños a tener 10, Rivera ha decidido echarse a un lado. 

Rivera ha comparecido a las doce del mediodía en la sede del partido para anunciar esa decisión, visiblemente afectado. Su entrada en la sala de prensa ha sido recibida con una larga y cerrada ovación. Tras repasar el inicio del partido, “ese sueño de unos cuantos locos”, el líder de Ciudadanos ha recordado los logros de su formación durante todos estos años, entre ellos que ahora gobiernan “para más de 20 millones de españoles” y ostentan más de 400 alcaldías.

Rivera ha adelantado que no solo deja su cargo en el partido para que en la próxima Asamblea General extraordinaria -para la que aún no hay fecha- se elija a otro líder, sino también que renuncia a recoger el acta de diputado en el Congreso, que ocupará el siguiente de la lista, Edmundo Bal.

En definitiva, Rivera ha dicho que deja la política. “Quienes me conocen saben que nunca me he tapado la cara nunca me he escondido. Como dije ayer, los éxitos son de todos pero los fracasos de uno mismo”.

“Si para ganar hay que que dividir a la gente vas a tener un país ingobernable”, ha concluido, citando a Barak Obama. “Hay quienes pueden pensar que es justo o injusto pero a mí en mi casa me enseñaron a ser responsable (...) A los que tengan que tomar decisiones les deseo suerte y aciertos”, ha adelantado Rivera, muy emocionado, mientras se despedía públicamente de los suyos.

Ayer, en su primera comparecencia pública tras constatarse los malos resultados de anoche, Rivera admitió la derrota “sin paliativos y sin excusas” de su formación y la asumió como propia. “Los éxitos son de todos y los fracasos se asumen en primera persona”, dijo. A su alrededor los principales miembros de la Ejecutiva de Ciudadanos le acompañaban con gesto serio. 

La formación ha perdido 2,5 millones de votos en apenas seis meses. El 28A tocó su techo electoral con 57 escaños, el mejor resultado de la historia del partido. Pero esta última cita le ha relegado a una posición residual con apenas 10 escaños y 1,6 millones de votos. Con la pérdida de 47 escaños, es la sexta fuerza del arco parlamentario. 

Albert Rivera construyó su proyecto político sobre un hiperliderazgo sin contrapesos que ahora dificulta la sucesión.  Algunas voces del partido señalan a Inés Arrimadas como la mejor situada en la formación. Arrimadas dejó el Parlament de Catalunya tres semanas antes de las elecciones autonómicas y municipales para volcarse en la campaña de Madrid. 

Ciudadanos, con Rivera a la cabeza, ha mantenido una estrategia de pactos atravesada por los bandazos. El veto a Pedro Sánchez y a sus candidatos en algunas comunidades en las elecciones del 26M fracturó el partido con la dimisión de figuras relevantes de la formación como Toni Roldán. Las urnas entonces reforzaron su estrategia. Unos meses después, sin embargo, esta hoja de ruta se ha demostrado caduca y ante el batacazo que auguraban las encuestas, Rivera volvió a dar otro volantazo y levantó el 'no' a Sánchez. Pero nunca consiguió la aclamada “remontada”. 

Tras la derrota en las urnas, las voces críticas han vuelto a manifestarse. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha lamentado unos minutos antes de la reunión de la Ejecutiva Nacional que los españoles hayan concebido a Ciudadanos como “parte de un bando”. El excandidato de Ciudadanos a la Alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, fue anoche más contundente: “Avisé sobre el peligro de Vox. No se podía pactar con perder el alma”. 

“El centro liberal sobrevivirá, pero debe tener claro su rumbo: como antítesis en valores a la extrema derecha. El camino que nunca debió abandonar”, manifestó, por su parte, Toni Roldán en un mensaje de Twitter. “Ha pagado sus errores”, ha escrito tras conocerse su dimisión.

El eurodiputado Luis Garicano también subrayó la idea de que “un partido de centro, moderado y capaz de crear puentes es más necesario que nunca”. La también diputada europea Soraya Rodríguez –exportavoz socialista en el Congreso de los Diputados– ha llamado también a “reconstruir” el proyecto de Ciudadanos.

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