“Arte en la tierra” se prepara para el futuro de la mano de artistas riojanos

El certamen “Arte en la tierra”, ideado hace una década en Santa Lucía de Ocón por el escultor canario Félix Reyes, cierra este año un ciclo y se prepara para el futuro de la mano de los principales referentes artísticos riojanos, los mismos que entonces ayudaron a su puesta en marcha.

Esta pequeña localidad riojana inaugura las obras de “arte efímero” que han creado Oscar Cenzano, Carlos Rosales, Demetrio Navaridas, Carlos Balanza y Carmelo Argáiz.

Los cinco decidieron hace diez años responder a la llamada de Reyes para poner en el mapa del arte al pequeño pueblo de Santa Lucía de Ocón.

Así, fueron los precursores de un certamen que, en diez años, ha adquirido relevancia internacional, ha congregado a autores de Europa y América y ha conseguido hacerse un hueco en el “land art”, un movimiento artístico inspirado en la naturaleza y en donde la naturaleza es el principal material.

Cuando Reyes pensó en conmemorar estos diez años de historia -aunque la décima edición se celebró en 2012-, decidió llamar de nuevo a estos cinco artistas por varios motivos, según él mismo ha explicado a EFE.

Sobre todo, “para cerrar un ciclo y comenzar otro”, pero también porque considera que “muchas veces valoramos poco lo de casa”, pero “una vez vistas sus propuestas, están a la altura de lo que han hecho otros años con autores que venían de diferentes regiones y países”, ha indicado.

El punto de partida de los cinco autores es prácticamente el mismo: expresar agradecimiento por todo lo que ofrece la naturaleza.

Oscar Cenzano ha instalado tres “cúpulas” en el entorno de la ermita de Santa Lucía para representar otro “templo” al lado del religioso.

Sus cúpulas son casi translúcidas, para que la luz “juegue” con los materiales con los que están hechas: paja y ramas, principalmente.

Carlos Rosales ha tratado de expresar cómo la naturaleza es “principio y fin” y “reflexionar sobre el paso del tiempo y cómo nos han afectado estos diez años”.

Para ello, ha colocado un almendro muerto en medio de una parcela, con el objetivo de “acentuar la sensación de muerte en la naturaleza”, en donde “eso no es más que una fase de la vida”.

La propuesta de Demetrio Navaridas no habla solo de naturaleza, sino que intenta “homenajear a los agricultores de pueblos como éste”.

Carmelo Argáiz expone parte de su obra fotográfica, en la que él mismo ha hecho de modelo, para expresar la relación entre lo íntimo y la naturaleza.

“Son cinco artistas magníficos, que abrieron el camino a todo lo que vino después”, y “la repercusión internacional de este certamen es este año tanta o más que en ediciones anteriores”, ha subrayado el escultor canario, afincado desde hace décadas en esta villa riojana.

Por Eduardo Palacios