Comienza juicio contra “Robin Hood de Vallecas” y su banda por atracar bancos

Carlos I.G., autoproclamado el “Robin Hood de Vallecas” que quería “robar el dinero de Botín” y “abrir las cajas de Bárcenas”, se sienta desde hoy en el banquillo junto a sus compinches de “la banda de las alcantarillas” por dos atracos a bancos a los que accedieron por el subsuelo.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid juzga a Carlos I.G. y a ocho compinches por los atracos perpetrados el 10 de mayo de 2013 en una sucursal del Banco de Santander de la calle Alcalá y el 26 de agosto de 2013 en una oficia de Bankia de la calle Pilarica.

La Fiscalía pide quince años de cárcel para el cabecilla y le impone una multa de 21.600 euros por tres faltas de lesiones. Para el resto de los implicados -seis hombres y dos mujeres- pide entre nueve y casi cinco años de prisión.

Se les imputan los delitos de detención ilegal, robo con violencia, robo con intimidación y tenencia ilícita de armas.

Cuatro de los acusados, entre ellos el líder, están en prisión desde finales de agosto de 2013, cuando todos ellos fueron arrestados tras el atraco a la sucursal de Bankia.

En ese momento la Policía informó de la desarticulación de la denominada “banda de las alcantarillas”, especializada en acceder a bancos haciendo butrones tras moverse por las alcantarillas, y cuyo jefe había aprendido el oficio de su padre.

Según el relato del fiscal, el 10 de mayo de 2013 varios de los acusados entraron en la sucursal del Banco de Santander del número 74 de la calle Alcalá sobre las ocho de la mañana, amenazaron a siete empleados durante unos treinta minutos con un cuchillo, dos pistolas y un revólver y golpearon a algunos de ellos.

También llegaron a exhibir encañonado a uno de los rehenes ante la Policía que llegó a las inmediaciones.

El cabecilla dijo a los empleados del banco: “¿Sabéis quién soy? Soy el del Rayo, el Robin Hood de Vallecas. Voy a robar el dinero de Botín y quiero abrir las cajas de Bárcenas”.

Una vez conseguidos más de 31.000 euros y casi 8.000 dólares, huyeron por donde habían llegado: un butrón practicado desde el alcantarillado.

El segundo atraco que se les imputa fue el 26 de agosto de 2013 y, siempre según el escrito de Fiscalía, llegaron a hacer guardias para aparcar sobre la alcantarilla por la que tenían previsto entrar al subsuelo para llegar al banco.

También colocaron alrededor de la alcantarilla cartones y embalajes para impedir que nadie la taponase ni viese lo que hacían.

Tenían pensado atracar el banco a primera hora de la mañana, pero se dejaron las herramientas y tuvieron que hacerlo cerca de las dos de la tarde, cuando había en la sucursal cinco empleados y diez clientes, con los que actuaron de manera similar a la del primer atraco.

Carlos I.G. les dijo en esta ocasión: “Soy el Robin Hood moderno de los atracadores y dile a Gallardón que venga a arreglar el agujero”.

Cuando los cuatro miembros de la banda que habían entrado al banco salían por la alcantarilla fueron arrestados por la Policía Nacional, que también detuvo a sus compinches en las inmediaciones.