Cuba reitera su disposición a negociar la situación de los presos con EE.UU.

El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo hoy que su país está dispuesto a una negociación “humanitaria” con Washington sobre el estadounidense Alan Gross, detenido en la isla, y cuatro cubanos presos en Estados Unidos bajo acusaciones de espionaje.

En el marco de una visita a Brasilia, Rodríguez dijo que Cuba ya ha ofrecido “iniciar conversaciones serias y respetuosas” sobre el caso de Gross, detenido desde fines de 2009 y quien está acusado de difundir tecnología militar entre opositores al Gobierno de Raúl Castro.

Sin embargo, aclaró que esas negociaciones deberían “tomar en cuenta las preocupaciones humanitarias” de La Habana por los cuatro cubanos detenidos en Estados Unidos por supuesto espionaje, que forman parte del grupo conocido en Cuba como los “cinco héroes”.

Se trata de Gerardo Hernández, Ramón Labaniño, Fernando González y Antonio Guerrero, detenidos en 1998 y condenados en 2001 bajo cargos de conspirar y operar como agentes extranjeros sin notificar al Gobierno estadounidense.

René González, el quinto miembro del grupo, pasó trece años en una prisión estadounidense, salió en libertad el 7 de octubre de 2011 de una cárcel del estado de Florida y ahora cumple tres años de libertad condicional.

En marzo pasado, González fue autorizado por un juez a viajar a La Habana para una visita “privada” y “familiar” y el pasado 3 de mayo, la Justicia de Miami confirmó que podrá quedarse de forma definitiva en Cuba, tras renunciar a su ciudadanía estadounidense.

El ministro cubano afirmó que, en unas eventuales negociaciones con Estados Unidos, el caso de Alan Gross no podría ser equiparado al de los “cinco héroes”, pues los cubanos fueron “condenados en forma injusta y sin las debidas garantías del proceso” jurídico.

En relación a Gross, Rodríguez dijo que “fue sancionado por una violación de las leyes cubanas, como agente de una potencia extranjera que trató de crear redes con uso de tecnología militar para evadir señales de satélite y alterar el orden constitucional del país”.

Según Rodríguez, esas actividades también constituyen “una figura tipificada en las leyes norteamericanas como delito”.