Ejército e Inteligencia piden a Netanyahu que ceda con la seguridad en Al Aqsa

El Ejército y el Servicio de Inteligencia han pedido al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que ceda a las reclamaciones palestinas contra las nuevas medidas de seguridad en torno a la Explanada de las Mezquitas para evitar una escalada de violencia, informó hoy el diario Haaretz.

El jefe del Gobierno israelí, que regresa hoy de una visita oficial a Hungría, mantendrá consultas con miembros de los cuerpos de seguridad para encontrar una “salida digna” a la crisis desatada en torno al lugar sagrado.

Desde el ataque del pasado viernes -en el que tres atacantes mataron a dos policías antes de ser abatidos y muertos- y la instalación el domingo de detectores de metal en una de las entradas a la explanada, cientos de musulmanes han protestado en Jerusalén Este, en algunos casos con violencia, para exigir su retirada.

Hay disensión israelí con respecto a las nuevas medidas: el ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdán, y la Policía son partidarios de mantener los detectores, mientras que el Servicio de Inteligencia interior (Shin Bet) y el Ejército prefieren quitarlos y evitar “violencia innecesaria”, informó anoche el Canal 2.

Netanyahu ha dicho que no va modificar su postura, pero que escuchará todas las opiniones de los expertos de seguridad para resolver este asunto, informaron medios locales hoy.

El Mufti (líder islámico) de Jerusalén llamó ayer a todas las mezquitas de la ciudad a no hacer el sermón del viernes (día sagrado musulmán), para que todos los fieles que deseen rezar se dirijan a las inmediaciones de Al Aqsa, lo cual hace temer que aumente la tensión.

Cientos de musulmanes se niegan a atravesar los detectores de metales y rezan a las afueras de la Explanada en señal de protesta.

El presidente palestino, Mahmud Abás, de visita oficial en China, ha acortado su viaje y mantiene contacto con líderes del mundo árabe sobre la cuestión, informó su portavoz Nabil Abu Rudeina.

EEUU ya ha expresado su preocupación por la situación.

Israel arguye que los arcos son necesarios porque afirma que los agresores del viernes salieron armados de la mezquita de Al Aqsa.

Los palestinos se oponen a las medidas de seguridad por temor a que se quiebre el delicado statu quo entre Jerusalén y Ammán con respecto a este lugar, el tercero más sagrado para los musulmanes, cuya administración y seguridad son responsabilidad jordana, con participación palestina, y donde Israel tiene derecho a consulta sobre quienes acceden al recinto.

La Explanada es también el primer lugar más sagrado para el judaísmo, que lo denomina Monte del Templo, y tiene a sus pies el principal lugar de culto judío, el Muro de las Lamentaciones.