Falsos agentes habrían detenido a sacerdote nicaragüense, según Policía

El sacerdote nicaragüense Ramón Alcides Peña Silva fue detenido mientras conducía su camioneta presuntamente por dos hombres que se hicieron pasar por agentes de tránsito, informó este lunes la Policía Nacional, que investiga el caso.

El secretario de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Juan Abelardo Mata, denunció el domingo que el sacerdote había sido detenido por policías acusado de alterar el orden público 31 veces, trasladado a celdas preventivas y posteriormente liberado.

El sacerdote, entrevistado en una parroquia por el jefe policial del departamento de Nueva Segovia, Carlos Martínez, contó que el sábado pasado fue interceptado mientras conducía su camioneta por dos sujetos a bordo de una motocicleta que se identificaron como policías.

“Le requirieron sus documentos, revisaron su vehículo y le indicaron que se dirigiera” a la estación policial del municipio de Ocotal, al norte de Nicaragua, según la versión de la Policía.

“Los sujetos lo siguieron (al religioso) hasta la entrada” del municipio de Ocotal, “posteriormente se percató que no lo perseguían”, pero no quiso poner denuncia, agregó la institución del orden.

Mata, un fuerte crítico del Gobierno del presidente Daniel Ortega y obispo de la diócesis norteña de Estelí, dijo en su denuncia que el sacerdote, que pertenece a la Congregación de Hermanos Josefinos, fue detenido bajo el delito de “alterar el orden público durante 31 veces”.

Asimismo, denunció “las arbitrariedades de esta detención” y pidió a la Policía Nacional “responsabilizarse por estos abusos de autoridad”.

La Policía calificó como “informaciones falsas y calumniosas” esas denuncias divulgadas en medios de comunicación y redes sociales, en vista de que el mismo sacerdote les aseguró que no había sido detenido ni retenido por oficiales, ni permanecido en la delegación policial con sede en Ocotal (norte).

Las relaciones entre la iglesia Católica nicaragüense y el Gobierno sandinista se han tensado a raíz de la crisis sociopolítica que vive el país desde abril de 2018.

Carlos Fonseca Terán, hijo de un fundador del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ha señalado a “algunos de los obispos” como “los mayores azuzadores” de las protestas contra el Gobierno que comenzaron en abril de 2018 y que han dejado cientos de muertos.

Los obispos de la Conferencia Episcopal participaron como mediadores y testigos de un fallido diálogo que se instaló a mediados de mayo de 2018 y que fue suspendido dos meses tras las agresiones sufridas por religiosos en la ciudad de Jinotepe (sur) por parte de simpatizantes de Ortega.

El presidente Ortega calificó de “golpistas” a los obispos de la Conferencia Episcopal y consideró que son cómplices de las fuerzas internas y de los grupos internacionales que, a su juicio, actúan en Nicaragua para derrocarlo.

Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 651, mientras que el Gobierno reconoce 200 y denuncia un intento de golpe de Estado.