El hijo de Giménez Abad afirma que Otegi carece de la “ejemplaridad ética y cívica” para ser político

Las Cortes de Aragón han acogido hoy un homenaje al presidente del PP aragonés Manuel Giménez Abad cuando se cumplen 15 años de su asesinato por ETA, en el que su hijo Manuel ha dicho que Arnaldo Otegi carece de la “ejemplaridad ética y cívica” exigible a los representantes políticos.

Manuel Giménez Larraz ha sido el último en intervenir en el acto para recordar al político aragonés cuando se cumplen quince años de su asesinato y catorce de la creación de la fundación de las Cortes de Aragón que lleva su nombre, de estudios parlamentarios y del estado autonómico.

En el acto, ha recordado que el 6 de mayo de 2001 un pistolero de ETA asesinó por la espalda a su padre, cuando acudía con su hermano a un partido de fútbol, y que ese día ETA decidió acabar con la vida de una persona “honesta, excepcionalmente íntegra”, que defendía con naturalidad los valores democráticos de la sociedad y, de paso, marcar para siempre la vida de su familia y amigos.

Y de aquellos días ha querido destacar dos recuerdos, el primero, que incluso las peores tragedias ofrecen algo para atemperarlas, el de cientos de miles de aragoneses que se manifestaron al día siguiente arropando a la familia por las calles de Zaragoza, demostrando a ETA que el asesinato y la violencia eran inútiles.

ETA, ha dicho, destrozaba vidas y familias, pero lo que no conseguía bajo ningún concepto era “aniquilar los valores y las ideas de sus víctimas”, porque millones de ciudadanos estaban dispuestos a recoger el testigo en ese mismo momento.

El segundo, las palabras de Otegi el mismo día en el que miles de aragoneses manifestaban su repulsa al asesinato, en las que dijo “menos condenas, menos literatura política, menos lágrimas de cocodrilo y más soluciones para este país”, que no ha necesitado buscar en la hemeroteca porque se le han quedado “bien grabadas”.

Ha señalado que Otegi, condenado por pertenecer a ETA, ha cumplido con su pena y tiene derecho a ejercer la libertad de la que muchos ciudadanos fueron privados durante tantos años por el “ambiente irrespirable que él contribuyó a crear”.

Pero los ciudadanos, ha añadido, tienen la obligación de defender que una persona con sus credenciales “carece de la ejemplaridad ética y cívica que debemos exigir a nuestros representantes políticos”.

Manuel Giménez Larraz ha agradecido al parlamento aragonés y a la Fundación su labor para preservar la memoria pública de su padre, contribuir a hacer su muerte algo menos inútil y ayudar a su familia a “sobrellevar un dolor que nunca se termina de apagar del todo”.

En el acto, el presidente del parlamento aragonés, Antonio Cosculluela, ha subrayado que no hubo otra razón para asesinar a Giménez Abad que considerar que defender y representar políticamente ideas diferentes “era un crimen intolerable”.

El recuerdo de aquel día se ha transformado, ha añadido, en celebración de democracia y libertad, un día para la reivindicación del valor de un parlamento que hace del diálogo, del debate y la discrepancia desde la pluralidad la razón de ser de la sociedad democrática.