Gobierno vasco dice que la acción policial “ha sido y es necesaria” pero no suficiente para la desaparición de ETA

El Gobierno vasco ha afirmado, ante la operación policial desarrollada en Francia contra ETA, que la acción policial “ha sido y es necesaria” pero no “suficiente” para la “definitiva desaparición” de la banda armada. Por ello, espera que el nuevo Ejecutivo central entienda que es precisa “inteligencia política” para “un final definitivo” y que ETA de “pasos unilaterales” para su “autodisolución”.

En un comunicado se ha referido a esta operación en la que ha sido detenido Mikel Irastorza, considerado máximo dirigente de ETA y ha asegurado que la banda armada “debe saber -y lo sabe- que la acción policial es imparable en un Estado de derecho en Europa y en el siglo XXI”.

“ETA está dilatando su final de una manera incomprensible y debería dar, de una vez por todas, los pasos unilaterales que la sociedad vasca espera que dé para su desarme y disolución definitiva, ha asegurado.

El Ejecutivo autónomo ha afirmado que la acción policial “ha sido y es necesaria” pero, sin embargo, “no es suficiente para la ”definitiva desaparición de ETA“.

Según ha apuntado, desde el punto de vista de su impacto en la normalización política y en la convivencia, es “sumamente conveniente que se dé una decisión de autodisolución”. En este sentido, el Gobierno vasco espera que el nuevo Gobierno español “entienda este razonamiento que apela al sentido común y a un mínimo sentido de la inteligencia política para un final definitivo”.

Asimismo, ha manifestado que, en el caso de una organización que ha decidido abandonar la violencia de forma definitiva, “la autodisolución es el factor que mejor garantiza el final definitivo del terrorismo y de sus secuelas potenciales”.

“La desaparición por convicción, voluntad y anuncio de la propia ETA es el mecanismo que mejor cierra la puerta de la violencia y del pasado. Es a esto a lo que el Gobierno Vasco ha denominado 'final ordenado de la violencia'”, ha precisado.

El Gobierno vasco ha manifestado que un final “desordenado o difuso en el tiempo” es “un final sin fecha de clausura total de lo que ETA ha representado, sin desmantelamiento cierto de todas sus estructuras, sin desactivación de su sigla como herencia simbólica a disposición de cualquiera, y probablemente, sin su participación en un proceso de reflexión crítica sobre el pasado, así como una dificultad para las personas reclusas o huidas por causa de pertenencia a ETA”.

Por último, ha reiterado que su apuesta por un final ordenado de la etapa de la violencia y ha precisado que, por ello, presentó el 21 de diciembre de 2014 una propuesta para un desarme definitivo e incondicional de ETA, que, según ha recordado, sigue “vigente”.