Marruecos condena el golpe en Burkina y exige retorno a la normalidad

El Gobierno de Marruecos condenó el golpe militar perpetrado ayer contra el presidente Michel Kafando de Burkina Faso y llamó a una vuelta “al funcionamiento normal de las instituciones” en el país.

En un comunicado emitido anoche por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Marruecos, que tiene en Burkina uno de sus grandes aliados continentales, “denuncia con vigor el golpe de Estado perpetrado contra las instituciones de transición política” en el país africano.

Así hizo un llamamiento a “todos los actores en Burkina Faso a privilegiar la vía de la razón y del diálogo para permitir el éxito del proceso de transición mediante la organización de elecciones inclusivas, transparentes y democráticas”, dice el comunicado.

La misma fuente añade que Marruecos apoyará los esfuerzos de la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO) para ayudar a Burkina Faso a recobrar la paz y la estabilidad.

Un cuerpo de militares del Ejército de Burkina declararon ayer en la televisión estatal que habían tomado el control del país y que el presidente Kafando -tomado desde hace dos días como “rehén” junto a su primer ministro, Isaac Zida, a la fuerza por la guardia presidencial- ha renunciado.

Burkina Faso era durante la era del depuesto presidente, Blaise Compaoré, uno de los grandes aliados del rey Mohamed VI, y de su padre Hasán II, que defendía en los foros africanos la “marroquinidad” del Sáhara Occidental.

De hecho, las autoridades burkinesas informaron el pasado noviembre de que Marruecos fue uno de los destinos de exilio de Compaoré, tras haber abandonado el poder el pasado 31 de octubre.

Burkina Faso estaba llamada a celebrar elecciones en octubre para poner fin a la transición civil iniciada hace un año, tras las protestas que pusieron fin a casi tres décadas de dictadura de Compaoré, tras el asesinato del expresidente Thomas Sankara.