ONU: Solución política es la mejor manera de acabar con crisis humanitarias

La mejor y más efectiva forma de reducir e incluso acabar con las múltiples crisis humanitarias que asuelan nuestro planeta es encontrar una solución política a los conflictos que las generaron, afirmaron hoy los principales responsables de las agencias asistenciales de la ONU.

“Si hubiera soluciones políticas a muchos de los conflictos a los que nos enfrentamos sería de lejos el mejor método de reducir la cantidad de dinero que necesitamos”, señaló en rueda de prensa Stephen O'Brien secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios de la ONU.

Naciones Unidas solicitó hoy la cifra sin precedentes de 20.100 millones de dólares -el mayor jamás requerido por la institución- para hacer frente a las necesidades de 88 millones de personas afectadas por múltiples crisis humanitarias en 2016.

Los 88 millones de personas son los más vulnerables y marginados de los 125 millones de seres humanos que necesitan asistencia humanitaria para sobrevivir.

Esos 20.100 millones representan cinco veces lo que la ONU solicitaba hace una década, y demuestra no sólo la multiplicación de conflictos, desastres y crisis en el mundo, sino también el número sin precedentes de personas afectadas.

“La situación es deprimente. Es el mayor llamamiento de fondos jamás realizado y no hace más que aumentar año a año. El nivel de sufrimiento supera con creces lo que podemos ofrecer. Necesitamos soluciones políticas urgentes a la mayoría de los conflictos que existen”, insistió O'Brien.

Actualmente, hay 60 millones de personas que han sido forzadas a abandonar sus hogares y que sobreviven como refugiados o desplazados internos, el mayor número desde la Segunda Guerra Mundial.

“El desplazamiento por conflicto es el principal desafío que enfrentamos. Este año ha habido un 89 % más de peticiones de asilo que el año precedente y en cambio un 20 % menos de plazas de reubicación. Más desplazamientos y menos soluciones. Es desesperante”, indicó por su parte el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), António Guterres.

Los fondos solicitados serán distribuidos en 37 países afectados por 27 crisis.

De entre ellos, la crisis que requiere más fondos es, una vez más, Siria: 3.200 millones de dólares para la asistencia a 13,5 millones de personas en el interior del país, y 4.800 millones para la ayuda humanitaria a las naciones vecinas (Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía) donde residen más de 4,7 millones de refugiados sirios.

“El 93 % de los refugiados sirios que residen en Líbano sobreviven bajo el nivel de la pobreza del país. El 97 % de los que residen en Jordania viven por debajo del nivel de la pobreza de Jordania. El 50 % de los niños refugiados sirios no van a la escuela. No somos capaces ni de cubrir las necesidades básicas de estas personas”, se lamentó Guterres.

Asimismo, el dirigente portugués criticó a los países que reducen sus contribuciones al desarrollo al tiempo que cierran fronteras a los refugiados, y los acusó de estar “jugando con fuego”.

“Decir que no se aceptan refugiados porque son musulmanes no hace más que ampliar el número de reclutas de los movimientos extremistas”, agregó Guterres.

El alto comisionado recordó que muchos de los conflictos actuales y que generan enormes crisis humanitarias como el de Nigeria, Somalia, Libia, Siria e Irak tienen como trasfondo el radicalismo islámico que, entre otras cosas, se nutre de la desesperación y la falta de perspectivas de las poblaciones locales.

Por otra parte, el llamamiento de fondos incluye a Guatemala y Honduras, cuyas solicitudes han doblado con respecto a 2015 a causa de los efectos negativos del fenómeno meteorológico de El Niño en las ya de por si vulnerables poblaciones.

La ONU solicita 45,9 millones de dólares para Honduras (pidió 13,2 en 2015) y 55,7 millones para Guatemala (requirió 23,8 en 2015).

Para hacer frente a todas las crisis en 2015, la ONU solicitó 19.900 millones de dólares, pero hasta la fecha, ha obtenido 9.700 de ellos, lo que representa sólo el 49 % de lo requerido.

Si no hay sorpresas de última hora, las agencias humanitarias cerrarán el año con un déficit de financiación de 10.200 millones de dólares, el mayor registrado hasta la fecha.