Sánchez relata al primer ministro irlandés la experiencia española en la gestión de la inmigración

Según fuentes gubernamentales consultadas por Europa Press, Varadkar tenía mucho interés en conocer la experiencia española como frontera sur de la UE. Además, ha aprovechado su reunión con Sánchez para destacar la “solidaridad y responsabilidad” española, tres días después de que el Gobierno español anunciase su disposición a acoger el Aquarius, un barco con 629 migrantes al que tanto Italia como Malta cerraron sus puertos.

La visita de Varadkar a Madrid estaba prevista de antemano, acordada con el Gobierno de Mariano Rajoy, pero Sánchez la ha mantenido, teniendo en cuenta que Irlanda es un país amigo y los intereses de España no han cambiado. Varadkar, democristiano, ha dado la bienvenida a un nuevo gobernante europeo joven y europeísta, según las mismas fuentes.

Los dos mandatarios han abordado las relaciones bilaterales entre los dos países, y también los retos europeos, entre ellos el Brexit. La gestión de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte sigue siendo el escollo más importante para cerrar por completo el acuerdo de retirada, mientras España aún tiene que negociar con Londres para que el periodo transitorio y los acuerdos de la relación futura se apliquen también a Gibraltar.

Sánchez y Varadkar no han ofrecido rueda prensa tras su reunión, aunque el primer ministro irlandés, que este jueves cumple justo un año en el cargo, sí ha comparecido ante los medios de su país. El Gobierno le ha ofrecido una sala “por cortesía”.

La Moncloa ha difundido un montaje de cuatro minutos de imágenes de ambos en los que apenas se aprecian sus palabras. Sí se percibe como Sánchez, en inglés, le relata alguna cosa que le ha sorprendido al llegar a la Moncloa --“te acostumbrarás”, le responde Varadkar-- y que hablan de viajes a Barcelona.

Sánchez también ha informado a su invitado de que darán un paseo por los jardines, para las fotos. Después, en el almuerzo, el jefe del Ejecutivo ha relatado entre risas que estudió inglés en Irlanda cuando tenía 14 años, aunque había muchos españoles.