Triángulo de Amor Bizarro rompe moldes en la gira de su disco más “visceral”

La formación gallega Triángulo de Amor Bizarro está recorriendo España con su tercer álbum, “Victoria Mística” (2013), un trabajo que definen como el más “visceral” de la banda y que lleva las canciones al extremo y sin maquillaje.

Tras tocar en Chile y México, el grupo se encuentra de gira por España y sus próximas paradas serán en Cáceres, Sevilla y Badajoz, los días 16, 17 y 18 en enero.

En medio de los ensayos, la bajista y voz, Isabel Cea, señala en una entrevista telefónica con Efe que cada concierto cuenta, porque aunque sea delante solo de cien personas, “es así es como te haces tu público”.

En el mes de febrero se darán un descanso con la idea de encerrarse en el estudio para grabar un EP, según adelanta Cea, para “romper con la rutina de los discos”.

Con influencias como The Jesus And Mary Chain, desde sus inicios en 2007, con un álbum homónimo, han presumido de hacer en cada momento lo que les ha apetecido.

Así, en lugar de sacar el disco en septiembre, como sería lo lógico, dice Cea, lo hicieron en pleno verano con los festivales estivales en pleno auge.

Unos festivales, reconoce la bajista y voz del grupo, que “no le gustaban al principio”, pero que ahora encuentra atractivos, aunque apunta que las salas siguen siendo las “estrellas” porque pueden recrearse más como grupo y probar cosas nuevas.

Desde ese primer disco y su gran éxito, “Año Santo” (2010), la banda gallega ha ido evolucionando.

“Intentamos no caer en rutinas para estimularnos, pero está claro que tenemos nuestro propio estilo que definiría como visceral”, aclara.

En “Victoria Mística”, explica la bajista, “la idea era coger cada canción y llevarla al extremo, justo a la parte más dura y mística de la misma”.

Este disco, prosigue, era un “reto” para el grupo, porque aunque habían maquetado desde el primero, querían aprender todo el proceso de creación, y tras la mezcla de Iván Nieto, asegura que están “muy contentos con el resultado”.

En cuanto a si se trata de su disco más combativo con letras, a veces bipolares, pero que no dejan indiferentes, Cea responde que cada álbum se ha enfrentado a las cosas que se correspondían con la fase de la vida en la que se encontraban.

“La música y el 'rock and roll' están para romper con lo absurdo y la rutina y siempre la hemos utilizado para denunciar”, explica Cea.

Reticente a hablar de las letras perversas y a veces incomprensibles de Rodrigo Caamaño (guitarra y voz), apunta que aunque tienen una visión crítica son “realistas y muestran la parte blanca y negra de las cosas”.

“Plasmamos un realismo-subrrealismo visceral, sincero y sin maquillaje”, subraya.

De aquí nacen las grandiosas canciones de “Estrellas Místicas” o “Ellas se burlaron de mi magia”, que se han convertido en hit y que hacen vitorear al público en sus conciertos.

Después de cosechar un éxito de crítica con “Año Santo” todo hace prever que grabar el último trabajo ha sido más fácil, pero en cambio Cea indica que todos los discos han sido iguales porque se ponen límites “muy realistas”.

“Nosotros donde más invertimos es en nuestros ensayos, no nos metemos a grabar el disco cuando tenemos cuatro canciones, sino cuando tenemos cuatro maquetas del disco y le hemos dado todas las vueltas posibles”, asevera la artista y añade que “hay que arruinarse con las canciones, pero no con la pasta”.

Esto, aclara, dentro del panorama actual, en donde ya de por sí “es muy difícil sacar un disco” y más en un país, “en el que aparte de piratear la gente se jacta de hacerlo”.

En este sentido, dice que además de una legislación acorde a la situación de los pequeños grupos, también es muy importante el apoyo emocional, por eso dice que es necesario acabar con esa mentalidad.