UPyD dice que el pago de la deuda griega es un “problema político” y pide empeño al “músculo negociador”

Lozano ha manifestado que una ruptura en la negociación o el “llevar las cosas hasta un límite en el que no se puedan controlar” supondrán que todos los europeos salgan “perjudicados”, por lo que ha confiado en que desde las instancias políticas europeas se sepa abordar una negociación que “lleve a buen puerto” tanto la situación de Grecia como la del resto de Europa.

En rueda de prensa ofrecida en Segovia, donde este viernes presentará el libro 'Conversaciones con Irene Lozano', ha señalado que UPyD es partidario del pago de la deuda, aunque ha recordado que históricamente se han dado circunstancias en que algunos países han sido incapaces de afrontarla y lo que se ha hecho ha sido revisarla.

La parlamentaria, que ha insistido en que la situación griega concierne a todos los europeos, ha reconocido que el panorama en Europa en la actualidad es complicado, especialmente con la “amenaza” de Rusia, que es “cada vez más cercana y evidente”.

PUTIN, UN MANDATARIO ANISEMITA Y HOMÓFOBO

“Y cuando decimos Rusia hablamos de Putin, un mandatario homófobo, antisemita, anti LGTB, que abiertamente persigue homosexuales y discrimina a los mujeres. Una joya de régimen”, ha espetado.

Lozano ha advertido de que una de las posibilidades que maneja Grecia es pedir financiación a Rusia si no consigue refinanciar su deuda dentro de los mecanismos europeos y ha recordado las votaciones para sancionar al país ruso por la cuestión de Ucrania, algo que Grecia apoya.

Preguntada por la responsabilidad de la Unión Europea con respecto a la supervisión de Bankia, la diputada ha expresado por otra parte que el Banco de España ha perdido gran parte de sus competencias para vigilar a las entidades financieras y ha asegurado que a UPyD le parece “llamativo” que no haya habido un análisis profundo sobre las causas de la enajenación de esas competencias.

Al respecto, ha subrayado que el Banco de España posee muy buenos profesionales, tal y como está reconocido, pero que sin embargo “a la vista está el desastre de supervisión que se hizo”, pues según ha apuntado fueron necesarios tres “rescates”: el de las preferentes, el de la salida a bolsa y el de los 23.000 millones de euros.

Lozano ha asegurado que la cúpula política del Banco central nacional estaba “demasiado cerca” del poder de los partidos y ha esperado que, tras el “evidente fracaso” de su supervisión, la vigilancia que se lleve a cabo lejos de las “cúpulas putrefactas” pueda funcionar mejor.