La Unión Europea ultima la gran revisión de su política común de Defensa

La Unión Europea (UE) ultimó hoy los preparativos de la gran revisión de su política común de Defensa, que debe cerrarse en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del mes próximo, y en la que se espera un paso adelante en la cooperación militar entre los Veintiocho.

Empujada en parte por la crisis económica y por los recortes presupuestarios en Defensa, la UE pretende estrechar la colaboración entre sus miembros y reforzar su papel en el ámbito de la seguridad.

Ante esa voluntad, sin embargo, siguen erigiéndose numerosas sensibilidades nacionales que dificultan la toma de decisiones ambiciosas.

Así, los Veintiocho no lograron cerrar esta semana el documento en el que pretendían definir al detalle su nueva estrategia común de Defensa, aunque esperan poder hacerlo en los próximos días.

“Hay un número de asuntos que continúan abiertos”, explicó hoy el vicesecretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior, Macej Popowski, que admitió que la Defensa es un asunto “sensible” que toca “el corazón de la soberanía nacional”, por lo que la UE trata de ser muy cuidadosa con el lenguaje que emplea.

Según aseguró, existe un consenso entre los Estados miembros sobre la necesidad de que la UE crezca “en su rol de proveedor de seguridad” y todos tienen claro que para ello necesita capacidades y el respaldo de una industria militar.

El ministro español de Defensa, Pedro Morenés, también se mostró confiado en que la estrategia se apruebe y explicó que el Gobierno ha logrado introducir a última hora algunas modificaciones que consideraba importantes.

En concreto, estas buscan garantizar un desarrollo “en paralelo” y “equilibrado” de las tres grandes áreas en las que la UE ha repartido sus prioridades: la política exterior y de defensa común, el desarrollo de capacidades militares y el impulso de la industria en ese ámbito.

“No podemos solamente aceptar que se desarrolle una de las partes sin que las otras estén muy bien orientadas”, subrayó Morenés en declaraciones a los periodistas.

Las discusiones entre los líderes de la UE en la cumbre de diciembre serán las primeras en años a ese nivel y de sus conclusiones se espera una orientación general que guíe las políticas comunes en este ámbito en el futuro próximo.

En el ámbito más concreto, los jefes de Estado y de Gobierno deben avalar varios proyectos de cooperación, con los que la UE quiere dotarse de capacidades consideradas clave a la hora de intervenir en conflictos y crisis de seguridad.

Así, los países buscan colaborar para desarrollar equipos en áreas como el repostado de aviones en vuelo o la inteligencia militar, en los que se han detectado importantes lagunas durante las últimas operaciones emprendidas por Estados europeos, sobre todo en la intervención de varios de ellos en Libia.

Europa intenta también anticiparse y obtener nuevas herramientas, como “drones” de última generación, consideradas clave de cara al futuro.

En ese ámbito, España y varios países más firmaron hoy un compromiso para impulsar el uso y desarrollo de los aviones no tripulados y su implantación en el congestionado espacio aéreo de Europa.

Además, Bruselas quiere obtener en la cumbre mejoras a la hora de intervenir militarmente de forma rápida, acelerando la toma de decisiones y facilitando el uso de los Grupos de Combate de la UE (“battlegroups”, en inglés), unidades militares de intervención rápida acordadas con gran esfuerzo por el bloque y que, sin embargo, no son utilizadas.

Fuera de este debate estratégico, los ministros de Defensa repasaron hoy las operaciones militares en curso y mostraron su consenso para prorrogar dos de ellas, la misión Atalanta contra la piratería en el Índico y la destinada a la formación del Ejército de Mali.

Mario Villar