Las fuerzas afganas detienen a casi 200 insurgentes en una inusual operación

Las fuerzas afganas detuvieron hoy a al menos 190 supuestos insurgentes que viajaban por carretera en una inusual operación para evitar que los talibanes reciban refuerzos en el norte del país, donde concentran este año muchos de los ataques de su ofensiva de primavera, informaron a Efe fuentes oficiales.

Las detenciones se produjeron en la autopista Kabul-Balkh en la provincia occidental de Parwan y los detenidos, con edades entre los 18 y 30 años, circulaban en distintos vehículos en grupos de entre unas diez y cuarenta personas, dijo el portavoz del gobernador provincial, Wahidullah Sediqi.

Uno de estos grupos iba “escondido entre ovejas en un camión”, comentó el portavoz.

Sediqi destacó que la mayoría de los arrestados proceden de las provincias sureñas de Helmand, Kandahar y Zabul, donde los talibanes tienen una fuerte presencia.

“Las fuerzas de seguridad los detuvieron porque podrían estar viajando al norte de Afganistán para unirse a los talibanes en el frente, ya que recientemente han sufrido fuertes pérdidas en el campo de batalla”, aseguró.

Esta fuente añadió que el año pasado los insurgentes enviaron desde el sur refuerzos al norte del país y lograron la conquista temporal de la ciudad de Kudnuz, su mayor logro militar desde la caída en 2001 del régimen talibán con la invasión estadounidense.

Un oficial de seguridad en Parwan, que pidió el anonimato, declaró que “en base a la investigación inicial de una delegación conjunta de Parwan y Kabul, hasta hora pocos han sido ya identificados como miembros activos e importantes de los talibanes, que estaban ya en la lista negra de las agencias de espías”.

“Estaban en la búsqueda de los órganos de seguridad”, indicó este oficial, quien agregó que prosigue la investigación “que determinará el destino del resto de sospechosos también”.

La operación de detención masiva se produce después de los talibanes hayan lanzado en el norte de Afganistán muchos de los ataques de la que denominan su ofensiva de primavera, que comenzaron el mes pasado.

El Gobierno afgano anunció entonces su primer plan quinquenal de combate para afrontar un conflicto de larga duración contra los insurgentes, a quienes advirtió de que combatirá con toda su fuerza si no aceptan la propuesta de diálogo formulada el pasado enero con apoyo del denominado G4 que integran Afganistán, Pakistán, Estados Unidos y China para acabar con casi quince años de guerra.

Los talibanes han reiterado que no participarán en conversaciones de paz y desde finales de 2015 controlan casi un tercio del país, la mayor extensión bajo su dominio desde 2001, según un informe del Inspector General para la Reconstrucción de Afganistán de EEUU (SIGAR).