El líder ingush asegura que Putin descarta disolver por la fuerza las protestas

El líder de Ingushetia, Yunus-bek Yevkúrov, aseguró hoy que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha descartado la posibilidad de disolver por la fuerza las protestas antigubernamentales que sacuden la república norcaucásica desde hace casi dos semanas.

En declaraciones a la emisora de radio “Eco de Moscú”, Yevkúrov explicó que Putin le dijo en conversación telefónica que la reacción de las autoridades federales o locales a las protestas no pueden ser “las acciones de fuerza”.

Putin también le recomendó que conversara con la gente, aunque el único intento que Yevkúrov hizo de acercarse a la plaza fue recibido agresivamente por los manifestantes, que le acusan de no consultar con el pueblo antes de firmar un acuerdo territorial con la vecina Chechenia.

“Me dijo: ŽHable con la gente. Con la gente hay que usar el método de las palabras, de la democraciaŽ” señaló.

Además, negó que Ingushetia haya salido perdiendo en el acuerdo, aduciendo que la república conserva los mismos territorios que tenía cuando se separó de Chechenia tras la caída de la Unión Soviética.

Las autoridades locales han permitido a los manifestantes que prosigan sus protestas pacíficas hasta el miércoles de esta semana, tras lo que deberán abandonar las calles, ya que la capital ingush, Magás, tiene previsto acoger otros actos oficiales.

Los manifestantes, que habían recibido inicialmente autorización para manifestarse hasta mañana, lunes, solicitaron permiso para continuar sus protestas hasta el 25 de octubre.

El Gobierno local informó de que en estos momentos tienen lugar consultas con los representantes del Kremlin en el Cáucaso, de cuyo resultado será informado en su debido momento la población.

El descontento popular en Magás estalló cuando Yevkúrov firmó a finales de septiembre el acuerdo fronterizo con el líder chechén, Ramzán Kadírov, pero las protestas se convirtieron en permanentes cuando el Parlamento local ratificó el documento el 4 de octubre.

En opinión de los detractores del acuerdo, dicho documento sólo puede ser aprobado por medio de un referéndum, por lo que demandan su derogación, demanda que se basa en una decisión emitida por el tribunal constitucional ingush.

Además, pasaron a exigir la dimisión de Yevkúrov después de que algunos diputados denunciaran que la votación parlamentaria fue falsificada por las autoridades.

Los detractores del acuerdo intentaron repetir la votación, pero la falta de quorum se lo impidió, ya que para ello se necesitaba la asistencia de más de la mitad de los 25 diputados de la cámara.

El líder ingush calificó de “histórico” el acuerdo, mientras Kadírov negó que Grozni pretendiera apropiarse de parte del territorio de la república vecina.

Ambas repúblicas formaron parte de un solo territorio (la república autónoma socialista soviética Checheno-Ingush) hasta después de la caída de la Unión Soviética en 1991.