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Ayuso, ante el examen más difícil de su campaña en un debate que trató de evitar

La candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

elDiario.es Política

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La candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, tiene por delante el examen más difícil de la campaña. Crecida por los pronósticos de las encuestas, la presidenta autonómica da por hecha su victoria salvo error de última hora. Pero aún debe pasar por el único debate en el que ha accedido a medirse con todos los candidatos, un encuentro que trató de evitar hasta el último momento y en el que previsiblemente será el blanco del resto de aspirantes. 

En la candidatura preparan el debate, organizado por Telemadrid, condicionados por este escenario y conscientes de que un desliz de Ayuso frente a los telespectadores podría salir caro. Hace dos años, la presidenta autonómica despuntó en su primera campaña por las recurrentes meteduras de pata. En el cuartel general de Ayuso, pese a que dan por seguro que será la más votada, el temor a que los números no den para sumar con los votos del resto de partidos del bloque de la derecha está sobre la mesa. También que la presidenta pueda cometer un desliz similar al de este sábado cuando llamó “mantenidos” y “subvencionados” a las personas que acuden a las colas del hambre.

Sin embargo, en ese sentido, en el equipo de la presidenta creen que también juegan a su favor las bajas expectativas que hay sobre el papel de Ayuso. “A poco que aguante el tipo, puede salir como una de las vencedoras” sostienen. Son conscientes, no obstante, de que será el blanco del resto de candidatos aunque en el PP recuerdan que su candidata no teme el cuerpo a cuerpo y que lo que se pueda ver este miércoles no es nada diferente a lo que se ha vivido durante este tiempo al frente de la Presidencia.

En el calendario de la izquierda, el debate aparece también como un día señalado, el “más importante de la campaña” para algunos. Unidas Podemos, estancado en las encuestas como sexta fuerza, cuenta con que Pablo Iglesias se desenvuelve bien en el formato y piensan que su participación puede definir el voto de indecisos y sobre todo de desmovilizados. El cuerpo a cuerpo con Ayuso es su última oportunidad para despuntar.

“¿Por qué pensáis que la candidata del PP no quiere ir a los debates si no para de ir a la televisión? Porque sabe que ahí puede perder las elecciones”, decía este martes el candidato, que ve en el evento un momento clave para dar la vuelta a las encuestas. “Mañana empieza otra campaña”, añadía Iglesias, dispuesto a confrontar con Ayuso y Rocío Monasterio, la candidata de Vox, para polarizar el debate. 

Más Madrid es consciente de que es “la única oportunidad” para ponerse frente a frente con Ayuso. La candidata del PP ha declinado asistir a más debates, pese a que aparecerá una silla vacía en su lugar. No estará ni en el emitido por La Sexta ni en el que se celebre en Televisión Española. El equipo de campaña de Mónica García parte de expectativas moderadas –ya nadie piensa que pueda superar al PSOE– pero, según sus cálculos internos, es el único partido de la izquierda con cierto margen de crecimiento.

“Somos el único partido netamente madrileño y el único que puede pelear con Ayuso la idea de defender Madrid”, subrayan desde la candidatura de García, que espera del debate aumentar el conocimiento de la médica y captar voto de la abstención “poco ideologizado” con un discurso basado en propuestas –lo que han llamado “política de lo cotidiano”– y sin estridencias. “Lo importante”, asumen en su equipo de campaña, es “contrastar el modelo con el de Ayuso”. 

Ángel Gabilondo también tiene marcado en rojo en el calendario la fecha de los debates, especialmente el de este miércoles en Telemadrid. El candidato socialista ha confirmado su presencia en todos los demás, pero en su equipo admiten que “no tienen sentido” si Ayuso no está y temen que al final se conviertan en un enfrentamiento entre las izquierdas. Aunque Pedro Sánchez cree que la pelea entre bloques va a estar ajustada, en el PSOE admiten que los datos que manejan no son buenos mientras que reconocen que Más Madrid está haciendo “una buena campaña”.

A pesar de su perfil moderado, la intención de Gabilondo es confrontar con la presidenta autonómica, a la que echa en cara la gestión durante su mandato, pero especialmente la de la pandemia. Desde el arranque de la contienda, el PSOE no ha cesado de afear a Ayuso que la Comunidad de Madrid sea la que peores datos de contagios y fallecimientos acumula respecto al resto de España, y ese discurso estará presente en las intervenciones del aspirante socialista, que intentará colar también sus principales propuestas. 

En las filas socialistas creen que el debate puede movilizar algo de voto, aunque admiten que es más complicado en un formato rígido como es un enfrentamiento a seis que en los tradicionales 'cara a cara' del bipartidismo. Además, algunas fuentes consultadas admiten que Ayuso llega esta vez al debate con “mucha mili” tras dos años en la Asamblea de Madrid, en la que se ha zafado de las críticas con facilidad. El principal problema con el que se topan los socialistas es, además, la desesperación ante el efecto arrollador de la presidenta regional, a la que hasta no hace tanto tiempo veían como la rival más débil. 

Vox, por su parte, llega al debate un día después de que la Fiscalía haya abierto una investigación por uno de sus carteles electorales. El Ministerio Público dilucida si sus mensajes contra los menores no acompañados con datos manipulados constituyen un delito de odio y deben ser juzgados por los tribunales. La confrontación del bloque de izquierdas con la extrema derecha está asegurada. PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos han denunciado esos anuncios xenófobos.

Aún así, la candidata, Rocío Monasterio, ve en el debate una ventana para mostrar “la verdad” que defiende la formación de extrema derecha. Prevé buscar el cara a cara con Iglesias, pero también con Ayuso para evitar que el PP se haga con parte de su electorado, como auguran las encuestas. 

Ciudadanos se juega en el debate, como en toda la campaña, su supervivencia. Edmundo Bal, desconocido para muchos electores, se presentará como un candidato necesario para “evitar el enfrentamiento de la mitad de los madrileños contra la otra mitad”. Es el mensaje al que se agarra la formación de Inés Arrimadas para salvar los muebles el próximo 4M.

Con información de Sofía Pérez Mendoza, Irene Castro, Aitor Riveiro, Carmen Moraga y Fátima Caballero.

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