Las obras del Congreso hacen desaparecer varias marcas del tiroteo del golpe del 23F
Cualquiera que haya entrado en el Congreso de los Diputados los recuerda porque impresiona verlos, se agolpan recuerdos audiovisuales, sonidos e imágenes eternamente recreadas. Las marcas de los 37 disparos de los subfusiles y pistolas de la Guardia Civil comandada por Tejero durante el Golpe de Estado de 1981 han permanecido en el techo del hemiciclo como recuerdo de aquel episodio que puso en jaque la democracia recién estrenada.
Varios de esos agujeros ya no están. Las obras acometidas por Dragados en el Congreso de los Diputados, que han costado 4,4 millones de euros, han tapado hasta cinco marcas. En el lugar donde se encontraban los tiros, ahora hay una rejilla de aire acondicionado, según han confirmado fuentes oficiales del Congreso. Los primeros en darse cuenta han sido los periodistas acreditados, que se sientan en la zona más cercana al lugar “reparado”.
Según las mismas fuentes de la cámara, el Congreso había dado instrucciones concretas a la empresa constructora de que se respetaran las marcas de los disparos que hay en el techo de varias partes del hemiciclo. La presidencia está ahora en contacto con la empresa para investigar lo ocurrido.
Sin marcas históricas pero con goteras
La empresa Dragados, que forma parte del Grupo ACS presidido por Florentino Pérez, es la responsable de las reformas y mejoras que el Palacio de la Carrera de San Jerónimo afronta desde hace meses. En teoría, el objetivo era arreglar la cubierta para evitar las goteras y mejorar los patios así como rehabilitar dos salas que no se utilizan. El presupuesto ha sido de 4,41 millones de euros. Todo debía estar listo para la mañana de este jueves. Sin embargo, la fuerte lluvia ha hecho que el agua se haya condensado en el sistema eléctrico y hayan aparecido enormes goteras que obligaron a la suspensión del pleno durante unas horas.
Según la compañía, “las filtraciones de agua en el interior de la cámara han tenido lugar como consecuencia del taponamiento de varios desagües antiguos embutidos en las paredes del edificio y no tiene nada que ver por tanto con la obra de remodelación en ejecución”.