El exedil que estuvo fugado niega haber cobrado del cerebro del caso “Malaya”

El exconcejal del Grupo Independiente Liberal (GIL) Francisco Javier Lendínez, que estuvo durante casi cinco años fugado, ha negado hoy haber recibidos pagos del cerebro del caso “Malaya”, Juan Antonio Roca.

Lendínez, que no pudo ser juzgado en el macrojuicio del caso Malaya al estar fugado, se ha sentado hoy solo en el banquillo de los acusados tras ser trasladado desde la prisión de Alhaurín de la Torre y se enfrenta a diez años de cárcel y dieciocho de inhabilitación.

El tribunal, que necesitó 199 sesiones para el macrojuicio, ha vuelto a constituirse para celebrar una vista oral por el mismo caso, aunque no será tan compleja y en principio tiene previsto que en tres días quede visto para sentencia.

El exconcejal ha reiterado en numerosas ocasiones que durante su etapa de edil nunca percibió ingresos de procedencia ilícita al afirmar: “todo lo he ganado honradamente”, aunque ha reconocido que se equivocó porque no miraba los expedientes.

“Me fiaba de la buena fe de las personas que estaban allí, de los técnicos, y ahora me arrepiento”, ha subrayado Lendínez, que ha insistido que nunca se le advirtió de ninguna ilegalidad y que además aunque lo hubiese comprobado no lo hubiese entendido.

Ha llegado a asegurar que si ahora ostentara algún cargo “miraría el papel hasta de canto” para no cometer los errores del pasado, y que al no examinar los expedientes “con lupa” lo está pagando en sus carnes.

Ha declarado que sólo cobró su sueldo, primero como teniente de alcalde y luego como concejal de la oposición, además de la asignación del Grupo Mixto en el que estuvo tras la moción de censura.

Ha justificado ciertos ingresos que le ha preguntado Anticorrupción y ha indicado que se los daba su hermana por ayudarle en un negocio.

El que fuera concejal en Marbella de 1999 a 2003 fue detenido en octubre del pasado año en el aeropuerto de Madrid-Barajas cuando, tras introducir sus datos en el sistema, se avisó a las fuerzas de seguridad de que se trababa de un fugitivo de la justicia.

Lendínez se encuentra en prisión provisional por esta causa y ya ha sido condenado por varios delitos urbanísticos en otros procedimientos penales.

Fue miembro del equipo del GIL hasta que la moción de censura contra el exalcalde de Marbella Julián Muñoz lo apartó del poder en agosto del 2003, momento en el que se mantuvo en la oposición.

A partir de ese momento, Lendínez ha explicado que mantuvo una postura “beligerante”, que denunció la situación irregular del urbanismo en Marbella y que incluso pidió la dimisión de Roca y la que era en aquel momento alcaldesa, Marisol Yagüe.

Ha asegurado que nunca se reunió con Roca y que solo sabía de él que era el gerente de Urbanismo en Marbella y amigo del fallecido alcalde de Marbella Jesús Gil.

En el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, se señala a Lendínez “entre las autoridades y funcionarios que han venido recibiendo dinero de la caja única de Roca” y al que se le identificaba con las iniciales de sus apellidos “LB” en los archivos informáticos localizados en la empresa Maras Asesores.

Respecto a este extremo, Lendínez mantiene que esas iniciales no le corresponden y que “es una interpretación de la policía”, porque esas siglas no son suyas, ya que todo el mundo le conoce como Javier Lendínez, “no como Lendínez Bernal”.

Por contra, el fiscal le atribuye la recepción de 12.000 euros en sobres a su nombre y también que presuntamente “participó en el cobro de dinero que se reparte en sobres innominados”.

Antes de comenzar la declaración del exedil, su abogado, Julio Perodia, ha mantenido que el delito de cohecho y el de malversación habrían prescrito, extremo que no comparten las acusaciones y el Tribunal ha indicado que se pronunciará en sentencia.