Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

Los partidos, a la caza de independientes para una larga batalla electoral

Manuel Valls, el candidato independiente a la alcaldía de Barcelona avalado por Rivera

Carmen Moraga

El barómetro del CIS realizado en noviembre aseguraba que detrás del paro, que sigue en cabeza, el segundo problema que preocupa a los españoles es la clase política, por encima de la corrupción o el fraude. La credibilidad de los dirigentes está bajo mínimos y ninguno de ellos logra aprobar en el sondeo, ni siquiera alcanzando cuatro puntos sobre diez de nota media.

Para el politólogo Pablo Simón, editor del Politikon, esa creciente desafección de la ciudadanía hacia los actuales líderes puede ser uno de los factores que está empujando a los partidos a atraer gente de fuera cuando se convocan elecciones para situarles como independientes en sus candidaturas.

“Es el electorado el que lo quiere. Estamos viendo que los políticos profesionales tienen mala prensa. Se ha generado cierto clima de opinión de que en general los partidos son negativos y que es bueno que haya candidatos que gocen de reconocimiento social, con una carrera fuera y algún sitio al que volver cuando dejan el cargo”, señala Simón.

Cada vez es más habitual ver en las listas electorales fichajes “estrella” de independientes, personalidades “de reconocido prestigio”, como los suelen presentar los partidos, que provienen de fuera del mundo de la política. En todas las formaciones ha habido ejemplos. Y, ahora, ante las próximas elecciones europeas, municipales y autonómicas, también los hay.

“Es algo recurrente. Los partidos los fichan porque tienen un perfil técnico o bien porque tienen algún contacto específico dentro del sector que les interesa. Tampoco creo que sea un fenómeno que se haya acelerado solo por la crisis política o por la aparición de las nuevas formaciones”, afirma el editor del Politikon.

Rivera, entusiasmado por atraer “talento” de fuera

Uno de los más fervientes partidarios de estos fichajes de independientes es Albert Rivera, cuyo partido ha tenido que nutrirse a marchas forzadas de personas que nunca habían militado en ningún partido o habían renegado de sus antiguas formaciones, como es el caso de algunos ex de UPyD, como Ignacio Prendes o Toni Cantó, integrados posteriormente en la formación de Rivera.

Las prisas por cerrar las listas en 2015 y 2016 llevaron a Ciudadanos a cometer varios errores. Algunos candidatos les salieron 'rana' creándoles polémicas que al final pagaron en las urnas. Fue el caso del candidato por Cantabria, Javier Pracht, que durante la campaña de 2015 equiparó la violencia machista con los yihadistas y el aborto.

Otros fichajes, simplemente, no les han funcionado. En Galicia, Ciudadanos colocó como aspirante a la Xunta a la periodista y escritora Cristina Losada, a la que el propio Rivera promocionó y respaldó en campaña. Losada fue todo un fracaso. Además de no conseguir ni un solo escaño en el Parlamento regional, provocó una grave crisis interna en una comunidad en la que Ciudadanos tenía entonces una frágil estructura orgánica. Ahora tantean las posibilidades de captar al exalcalde socialista de A Coruña, Paco Vázquez, que fue embajador en el Vaticano.

Pero el partido no quiere tropezar en la misma piedra y ha decidido poner en manos del departamento de Recursos Humanos la tarea de seleccionar “talento” para ocupar cargos públicos. Rivera advirtió a los suyos de que no debían tener “miedo” a esa captación. “Solo hay que temer a la mediocridad”, señaló en un mitin en El Escorial en el que aprovechó para anunciar que detrás de Manuel Valls vendrían otros fichajes de independientes. “Os pido que lo entendáis y me ayudéis”, imploró a sus compañeros de filas.

Precisamente ese acuerdo consumado con el exministro francés, al que ha avalado Rivera para que en la municipales sea el cabeza de cartel de Barcelona dentro de un plataforma electoral “abierta y transversal”, está dando al partido más disgustos que alegrías. Primero, porque hay malestar interno ya que no figurarán la siglas de Ciudadanos en las papeletas, y, segundo, porque Valls no integrará en sus listas al antiguo equipo municipal del partido naranja que encabeza Carina Mejías.

Pero hay otro importante factor: que Valls repudia el pacto que los de Rivera han cerrado en Andalucía con el PP y la extrema derecha de Vox, y así se lo ha hecho llegar a Rivera. El mismo malestar que le han trasladado sus socios en Europa de ALDE (Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa), el grupo en el que está encuadrado Ciudadanos en el Parlamento Europeo. Pero en el partido nadie se atreve a rechistar ni a cuestionar en alto las decisiones del presidente.

Los socialistas, pioneros en fichar independientes

La idea de fichar “personalidades de prestigio” de la sociedad civil, ajenas a la disciplina del partido, con o sin filiación política en el pasado, no es una costumbre nueva que haya instaurado Ciudadanos.

En realidad, los socialistas son los pioneros y auténticos expertos en esta tradición que instauró Felipe González a principios de los noventa fichando a los jueces como Juan Alberto Belloch, Baltasar Garzón -ahora en la plataforma Actúa de Gaspar Llamazares- o Ventura Pérez Mariño. Del mundo de la judicatura también proviene otra independiente: la exportavoz parlamentaria y ahora ministra de Defensa del Gobierno de Sánchez, Margarita Robles. O Mariano Fernández Bermejo, que fue titular de Justicia con Rodríguez Zapatero. La lista es larga.

Dos de los fichajes más recientes que dieron mucho de qué hablar fueron los de la excomandante del Ejército de Tierra, Zaida Cantera, y el de la exdiputada de UPyD, Irene Lozano, que acaba de ser rescatada por Sánchez para dirigir la antigua oficina Marca España. La decisión de Pedro Sánchez de colocar a Lozano en la lista por Madrid provocó un cisma en el partido por las críticas que había vertido sobre los socialistas en el pasado.

“Este tipo de fichajes tienen un doble problema: las zancadillas que les ponen dentro los 'compañeros' de los propios partidos, en donde hay una reacción a veces bastante adversa hacia ellos y las que les ponen fuera”, explica Pablo Simón sobre la animadversión interna que, salvo excepciones, provocan los fichajes. Simón además cree que aunque los independientes se tengan que someter a primarias tienen sus puestos asegurados porque “las primarias las hacen los militantes pero las controlan las cúpulas”.

Entre esas excepciones que no generan rechazo destaca el nombre del eterno candidato socialista sin filiación al partido: Ángel Gabilondo. El exministro de Educación y ahora portavoz en la Asamblea de Madrid, dijo 'sí' a Sánchez en su operación contra Tomás Gómez. A pesar de que se quedó a las puertas del Gobierno madrileño, impulsó la candidatura del PSOE. Ahora repetirá en las elecciones autonómicas y, aunque sigue sin carné, en las filas socialistas le cuentan como uno más.

Sánchez busca también candidatos fuera del partido

Fiel a esta tradición de atraer figuras con “prestigio” de fuera, Sánchez acaba de ofrecer al politólogo y catedrático experto en migraciones, Sami Naïr, un puesto destacado en la candidatura al Parlamento Europeo. Y también está por ver cuántos de los ministros que no militan en el PSOE se incorporan a las próximas listas electorales. El presidente sigue sin candidato para enfrentarse a Manuela Carmena en Madrid. Fuentes socialistas apuntan a que Sánchez busca a alguien de prestigio en la sociedad civil tras varios rechazos internos, como Alfredo Pérez Rubalcaba, Cristina Narbona o Josep Borrell.

Una pregunta que muchos militantes de los propios partidos se hacen es “por qué si hay cantera dentro se busca fuera”. “Yo creo que se debe a varios motivos: uno de ellos es que evidentemente porque piensan que pueden sumar votos. Además, los procesos de primarias han tendido a fortalecer mucho a las cúpulas y eso ha dado a los dirigentes mucha autonomía a la hora de configurar las listas como ellos quieren. Aunque haya primarias, incluso en los nuevos partidos el liderazgo está también muy centralizado”, apunta el editor de El Politikon.

Pablo Simón recuerda que, pese a todo, “algunos de estos fichajes estrella también a veces se estrellan al no concebir bien cómo funciona la política y sus ritmos”.

Un caso claro fue el del empresario Manuel Pizarro fichado por Mariano Rajoy -con el aval de José María Aznar- como número dos de su candidatura por Madrid en las elecciones de 2008. En la campaña Pizarro se enfrentó a un debate con el ministro de Economía socialista, Pedro Solbes, y este “lo trituró”, recuerda Simón. “Ellos se creen que por su mero talento todo el mundo les va a reconocer y a darles el aplauso pero la política es muy dura y despiadada. Es muy complicada y muchas veces salen mal parados”, opina.

Precisamente, el PP es el partido que menos tradición tiene en cuanto a fichajes de independientes. Hay algunas excepciones como la de Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno y líder de UCD, al que Aznar promocionó como candidato del PP en Castilla-La Mancha en las autonómicas de 2003 con intención de arrebatar a José Bono el gobierno tras casi 30 años de hegemonía socialista. El experimento fue un desastre. Suárez Illana ni siquiera llego a tomar posesión de su escaño y dejó la política.

Casado ficha a un empresario para Barcelona

Ahora Pablo Casado le ha recuperado para su proyecto nombrándole presidente de la Fundación Concordia y Libertad, el recién creado think tank del PP, y su nombre suena como posible candidato a la alcaldía de Madrid, junto a otros, como de nuevo el de Manuel Pizarro.

El nuevo líder del partido sorprendió hace unos días anunciando que el empresario Josep Bou, será el cabeza de lista por Barcelona en las municipales de 2019. “No tengo perfil político, soy empresario, pero un gran conocedor de la ciudad”, aseguró Bou, cuya intervención en la presentación de su candidatura se ha hecho viral en las redes. Casado, además, ha dicho que está dispuesto a fichar más independientes “para abrir el partido a la sociedad”. La incógnita la despejará a mediados de enero.

Caso aparte es el de Unidos Podemos. En la formación de Pablo Iglesias hablar de independientes es como hablar de los propios orígenes de Podemos cuyos principales dirigentes provenían del ámbito académico o de movimientos sociales. Por lo general, ninguno de ellos había militado antes en una formación política de las consideradas 'tradicionales'.

No obstante, una vez configurado como partido, ha habido fichajes de independientes de renombre, como el de la jueza Manuel Carmena, quien pese a todo, nunca se ha considerado vinculada a la formación de Iglesias; o el del militar Julio Rodríguez, que a cuenta de la configuración de las listas al Ayuntamiento de la capital ha desencadenado una crisis en Podemos Madrid.

A esos nombres se pueden añadir el del magistrado Juan Pedro Illanes, diputado por Baleares desde las elecciones de 2015; el de Pili Zabala, hermana de Joxi Zabala asesinado por los GAL, que concurrió como candidata a lehendakari en las elecciones vascas de 2016 y ahora es parlamentaria por Gipuzkoa. O también el de la periodista Rosa María Artal, que en las elecciones de 2016 fue como número dos de Podemos por Zaragoza pero no logró salir elegida.

A la moda de los fichajes de independientes también acaba de apuntarse Vox. En el partido de Abascal ya recurrieron en campaña al apoyo de personajes 'populares“, muy conocidos por la ciudadanía por distintos motivos, a veces trágicos, como el de Antonio del Castillo, padre Marta, la joven asesinada en 2009 en Sevilla.

Etiquetas
stats