Franco, de tumba de Estado en la dictadura a sepultura familiar en democracia

El dictador español Francisco Franco (1892-1975) fue enterrado con los honores de jefe del Estado en el Valle de los Caídos, el gran monumento simbólico de su régimen, pero dentro de unos días, 42 años tras las rimeras elecciones democráticas, sus restos serán llevados a un panteón familiar de las afueras de Madrid en el que reposarán como un ciudadano más..

Desde que murió, España ha vivido varios hitos hacia la democracia, impulsada por el rey Juan Carlos I, la consolidación de un sistema político pluripartidista y, más tardiamente, la denuncia del franquismo, las políticas públicas de memoria sobre el régimen militar y sus represaliados y el traslado de los restos del dictador.

Avalado por el Tribunal Supremo, el Gobierno español, que preside el socialista Pedro Sánchez, decidió el 11 de octubre pasado la exhumación y traslado, probablemente el día 21 o 22 de este mes.

MUERTE DE FRANCO (1975)

El general Francisco Franco Bahamonde, vencedor de la Guarra Civil española (1936-1939), muere el 20 de noviembre de 1975 en Madrid, a los 83 años, tras una lenta agonía. Su sucesor, Juan Carlos de Borbón, es proclamado rey de España el día 22. Al día siguiente, el general recibe sepultura en la basílica de la abadía del Valle de los Caídos (cerca del monasterio del El Escorial, 50 kilómetros al noroeste de Madrid) con los honores de jefe del Estado, aunque no hay constancia de que pidiera ser enterrado en ese lugar.

PRIMEROS PASOS DEMOCRÁTICOS (1976-1977)

A propuesta del Gobierno, presidido por Adolfo Suárez, el Parlamento de la dictadura aprueba la Ley de la Reforma Política el 18 de noviembre de 1976, ratificada después en referéndum, que posibilita las primeras elecciones libres el 15 de junio de 1977. Son legalizados el Partido Comunista y otras fuerzas políticas, muchas de izquierda; comienza el regreso de exiliados republicanos, los perdedores de la Guerra Civil, la mayoría refugiados en Hispanoamérica. El Congreso de los Diputados aprueba el 15 de octubre de ese mismo año por una amplia mayoría la Ley de Amnistía para delitos de intencionalidad política, también de rebelión o sedición, cometidos hasta la fecha de los primeros comicios democráticos tras la dictadura. La ley también se refiere a delitos y faltas cometidos por “autoridades, funcionarios y agentes del orden público”, lo que impide investigar a cargos franquistas.

CONSITUCIÓN ESPAÑOLA (1978)

El Parlamento democrático elegido en 1977 aprueba el 31 de octubre de 1978 la Constitución, ratificada el 6 de diciembre posterior en referéndum. El texto constitucional consagra la Monarquía parlamentaria, la división de poderes, elecciones libres y pluralidad política y sindical, así como una serie amplia de libertades públicas y derechos individuales y colectivos. Queda abolida la pena de muerte.

LEY DE MEMORIA HISTÓRICA (2007)

En el año 2000, un movimiento social comienza a recuperar la memoria de los muertos, encarcelados y exiliados izquierdistas, perdedores de la Guerra Civil, y se inicia la exhumación de restos de víctimas del franquismo de fosas comunes; unos 30.000 están sin identificar, según algunos estudios. El 20 de noviembre de 2002, el Congreso español condena por unanimidad el franquismo y se pronuncia a favor del reconocimiento moral de las víctimas del conflicto bélico y de la dictadura. El Parlamento aprueba el 10 de diciembre de 2007 una ley a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura, más conocida como “ley de memoria histórica”, impulsada por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Con ello se pretende resarcir a los perseguidos por la dictadura y prohibir los símbolos y las expresiones públicas de apoyo al régimen franquista. El Valle de los Caídos, mandado construir por Franco, es el monumento más significativo de esa época y sigue siendo el más polémico.

EXHUMACIÓN y TRASLADO DE FRANCO (2019)

Una comisión de expertos sobre el Valle de los Caídos impulsada por el gobierno de Rodríguez Zapatero recomienda en 2011 la exhumación de Franco, único de los casi 34.000 enterrados allí (incluidos combatientes republicanos) que no murió en la guerra, y convertir el monumento en un lugar de memoria colectiva. El 10 de mayo de 2017, el Parlamento pide al Ejecutivo que los restos de Franco salgan del Valle, con la única abstención del conservador Partido Popular, que gobernaba entonces. El ejecutivo del socialista Pedro Sánchez aprueba el 24 de agosto de 2018 un decreto de reforma de la ley de memoria histórica para posibilitar la exhumación, ratificado luego por el Congreso de los Diputados. El Vaticano no se opondrá. Los nietos de Franco, sus familiares vivos más cercanos, inician una batalla judicial contra el Gobierno para oponerse a que sea trasladado y, si fuera así, designan tumba de la familia en la catedral de la Almudena, en el centro de Madrid. El Gobierno aduce razones de seguridad para llevarlo al templo catedralicio y decide trasladarlo al panteón familiar de los Franco situado en El Pardo-Mingorrubio (Madrid) -de titularidad estatal- junto a los restos de su esposa, Carmen Polo. El Tribunal Supremo avala el 24 de septiembre de 2019 la decisión del Ejecutivo de exhumarlo y llevarlo al cementerio citado. El Gobierno decide el 11 de octubre que sea trasladado antes del 25 de este mismo mes.

Jesús Lozano