El Gobierno insiste en el diálogo y advierte a Torra: “Las sentencias hay que aceptarlas”

“Las sentencias hay que aceptarlas”. Es la respuesta más contundente que da el Gobierno de Pedro Sánchez al mensaje que ha lanzado Quim Torra de no aceptar las condenas del juicio del procés. La portavoz del Consejo de Ministras, Isabel Celaá, ha asegurado que el sistema judicial es “garantista” y tiene mecanismos para impedir el desacato.

No obstante, no ha dado detalles de cuál sería la respuesta ante una eventual desobediencia, que Celaá ha calificado de “futurible”. Sánchez señaló la vía del 155 si la Generalitat opta de nuevo por la ruptura, aunque es una hipótesis que descarta. De hecho, la portavoz del Ejecutivo ha asegurado que la amenaza de Torra no amenaza la vía del diálogo que ha planteado Sánchez.

Celaá ha insistido en el diálogo como solución al conflicto territorial: “El señor Torra ha repetido que no dará un paso atrás. Estamos de acuerdo es el momento de dar pasos adelante”. Pero la diferencia está en el sentido de esos pasos. El presidente catalán apuesta por un referéndum de autodeterminación mientras que la oferta de Sánchez es la negociación de un nuevo Estatut en el que se dote a Catalunya de un mayor autogobierno. Para eso emplaza al Govern a “abrir un diálogo entre catalanes” mientras que Celáa ha acusado a Torra de dirigirse en su discurso tan solo a una parte de los catalanes: los independentistas.

“Queremos seguir hablando y dialogando, encontrando soluciones juntos. Nuestra interlocución es entre gobiernos (...), pero nuestro destinataria es la sociedad catalana”, ha expresado Celaá. Sánchez cree que tiene en Moncloa una plataforma para hacer ofrecimientos que convenzan a un sector del independentismo frente a su ala más dura.

El Gobierno ha decidido comparecer pasadas las 21 horas para responder a Torra, cuya intervención de inicio de curso mantenía en vilo a los socialistas, que desconocían la línea que podía seguir más allá de lo publicado en los medios. El president catalán ha insistido en que no aceptará las condenas a los miembros del anterior Govern, aunque no ha precisado la fórmula de la desobediencia. Tampoco ha fijado un plan para la república, a la que asegura que no renuncia.