Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Un estudio tras los altercados de Torre Pacheco alerta de que las redes sociales reducen el apoyo a frenar el odio

Imagen de archivo de grupos de ultras por las calles de Torre Pacheco al anochecer en busca de migrantes. Ags

Elisa M. Almagro

12 de diciembre de 2025 17:35 h

0

Las personas que se informan a través de medios no tradicionales -como las redes sociales, Youtube y otros canales alternativos- son más reacias a apoyar regulaciones contra los discursos de odio. El análisis, elaborado por el Centro de Estudios Murciano de Opinión Pública (CEMOP) y publicado en la revista Social Sciences, ha analizado la propagación del discurso de odio que tuvo lugar en los disturbios de Torre Pacheco. En julio de este año ultras procedentes de todo el país invadieron este municipio murciano con la intención de perseguir a la población local magrebí.

Quienes se informan por medios no tradicionales son un 84% menos propensos a medidas de control gubernamental en esta área. El estudio señala que a este factor hay que sumarle las tendencias ideológicas del individuo: “El rechazo de regulaciones se concentra entre las personas con una ideología de extrema derecha, a las que se les puede vincular una retórica antinmigratoria”.

Esta relación entre el consumo de medios no tradicionales y la resistencia a regulaciones contra el discurso de odio confirma, según el CEMOP, el efecto que tiene en la población la exposición selectiva a la información y su interacción con la polarización política: “La percepción de manipulación o sesgo refuerza la resistencia a la intervención [de los medios no tradicionales]”.

“El caso de Torre Pacheco ilustra la conexión entre el discurso digital y la movilización social”, concluyen desde el CEMOP. En conflictos locales, explican, los medios no tradicionales actúan de dos maneras: en primer lugar operan como un impulsor emocional que propaga de forma global la lógica de la extrema derecha, construyendo la identidad colectiva de oposición.

En segundo lugar, “magnifican la polarización de la esfera pública”: “Sus discursos movilizan emociones como el miedo a perder la identidad cultural, el enfado contra un sistema que perciben como corrupto y el resentimiento contra las élites” abunda el estudio. Para la extrema derecha, “oponerse a la regulación deja de ser una opinión, en su lugar se convierte en un acto identitario, un mecanismo de defensa que exacerba el sentimiento de nosotros contra ellos”.

Ante esto, el CEMOP propone estrategias de contradiscurso, además de una educación en alfabetización digital: “Se trata de la forma más prometedora de fortalecer la resiliencia democrática de cara a la desinformación”, concluyen.

Etiquetas
stats