Podemos e IU están de nuevo apurando los plazos legales para constituir definitivamente la coalición estatal con la que se presentarán a las elecciones generales del 26 de junio. El pasado 13 de mayo los partidos registraron ante la Junta Electoral Central (JEC) la candidatura: Unidos Podemos. Pero la documentación carecía de un elemento preceptivo: el logotipo oficial de la coalición. El motivo: la falta de acuerdo sobre cómo debería figurar la tercera pata de la coalición, Equo. Finalmente, en la noche del jueves acordaron un diseño en el que aparecen las tres marcas políticas.
La ausencia del distintivo provocó que la JEC rechazase la inscripción, según pudo confirmar eldiario.es, y abriese un plazo de subsanación. Dicho periodo concluía este viernes, por lo que los partidos han apurado los tiempos.
Dichas fuentes aludieron a “problemas técnicos y administrativos” y a “cuestiones puramente estéticas” para justificar que el logo de la coalición estuviese pendiente de presentarse. Personas conocedoras de las negociaciones aseguraban que dichos problemas “estéticos” sin dilucidar se referíen a la inclusión, o no, del nombre de Equo en el logo.
El partido verde ya concurrió con Podemos el 20 de diciembre pero no como coalición, sino que sus candidatos se integraron en las listas del partido de Pablo Iglesias como “independientes”. Para el 26 de junio, y aprovechando la coalición que esta vez sí se ha firmado con IU, Equo se ha equiparado con el partido de Alberto Garzón.
El logotipo de la coalición electoral no es el único asunto que quedó pendiente de cerrar tras hacerse público el acuerdo entre IU y Podemos.
La composición de las listas, más allá de los puestos de salida que se apalabraron para cada formación, también se está resolviendo durante estos días. La confirmación del general retirado Julio Rodríguez como número uno por Almería ha provocado algún rechazo entre cuadros y militantes de IU; por otro lado, que Manolo Monereo (exdirigente de IU y todavía militante del PCE) encabece por Córdoba no ha sentado muy bien en algunos sectores de Podemos.
Tampoco está cerrado el papel de los distintos partidos y sus caras más visibles en la campaña. Sí se ha comunicado que cada formación podrá mantener su espacio e identidad y que habrá “cruces” entre los principales candidatos. Poco más se sabe porque todavía se está diseñando la estrategia. El papel de las confluencias territoriales (En Comú, En Marea y Compromís-Podemos-EUPV: A la valenciana), así como los acuerdos con partidos como el Mès en Baleares o el PUM+J en Madrid, también está en el aire.
Otro elemento por definir será el papel de Alberto Garzón en el futuro grupo parlamentario que surja de las elecciones generales. En una entrevista con eldiario.es, Pablo Iglesias reconocía que este extremo no está cerrado: “Teníamos tan claro que había que llegar a este acuerdo, había un deadline, que el resto de cosas las pospusimos”. Y añadía: “Cuando uno recibe una generosidad como esa, uno debe serlo también y esto tienen que tener una expresión parlamentaria”.