“En Toledo se cifran algunos de los más señalados rasgos del carácter español. El amor a la tradición, no por lo que tiene de antiguo sino por lo que tiene de propio. La honradez, la seriedad en el trato, la religiosidad y el sentido trascendente de la existencia”.
Estas son palabras del rey emérito Juan Carlos I en la primera visita que realizó a Toledo y su provincia como monarca junto a la reina Sofía el 25 de noviembre de 1976, poco más de un año después de haberse proclamado como jefe del Estado. Las recogía el que fuera cronista oficial de la provincia de Toledo Luis Moreno Nieto (1917-2005) y se pueden consultar en la revista ‘Provincia’ de la Diputación de Toledo, publicada en diciembre de 1976.
El anterior monarca, que ha abandonado el país ante “la repercusión pública” de la investigación de sus finanzas presuntamente ilícitas, llegó ese día a la capital castellanomanchega al mediodía tras diversos actos en Talavera de la Reina. Las palabras de su discurso las pronunció en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, donde el por entonces alcalde de la ciudad, Ángel Vivar Gómez, le ofreció la Medalla de Oro de Toledo y un pergamino en el que consta el acuerdo municipal de la concesión, junto con una espada, copia de la de Alfonso VI.
Informa Fidel Manjavacas.