En cuanto tiene ocasión, Blesa saca a colación el origen en 1988, durante la época de Terceiro, la creación de las tarjetas. Su insistencia durante la declaración deja claro que es parte vertebral de la defensa que tiene preparada durante el juicio. A Blesa se le piden 6 años de cárcel por tener especial responsabilidad en la existencia de estas tarjetas. “¿En 23 años, cómo se va a ocultar una práctica en una entidad en la que trabajan miles de personas?”, clama el banquero durante el interrogatorio de su abogado.