Los partidos iraquíes acuerdan retirar la confianza si no hay cambios ministeriales

Varios partidos iraquíes, entre ellos el del ex primer ministro Haidar al Abadi, han acordado unirse para demandar cambios al frente de los ministerios y, de lo contrario, amenazan con retirar su confianza al Gobierno de Adel Abdelmahdi, tras semanas de manifestaciones masivas.

Al Abadi afirmó hoy en su cuenta de la red social Twitter que la coalición que lidera llegó anoche a un acuerdo con otras formaciones políticas y se puso como condición “la formación de un nuevo Ejecutivo”, al tiempo que abogó por “interrogar” al actual Gobierno y retirarle la confianza.

La agencia de noticias estatal INA publicó ayer un acuerdo firmado por una docena de partidos y alianzas políticas, entre ellas la coalición Al Nasr, liderada por Al Abadi, y Al Fath, la segunda fuerza parlamentaria iraquí.

Entre los firmantes también estaban los dos principales partidos kurdos del país, si bien la coalición Sairún, la más votada en las elecciones del año pasado, no asistió a la reunión.

El acuerdo estipula “un cambio ministerial amplio” que sustituya a los responsables actuales por jóvenes “honestos e independientes” y en el que el primer ministro se encargue de elegir a los miembros del gabinete y asumir la responsabilidad por sus candidatos.

El pacto tiene una fecha límite de 45 días y contempla realizar enmiendas a la ley electoral y de la Comisión Electoral, así como emitir normas que rijan los sectores del petróleo y el gas, y el Tribunal Federal.

Según el texto del acuerdo, los líderes políticos se han comprometido a retirar la confianza al Gobierno en caso de que no acate este acuerdo.

“Si el Parlamento o el Gobierno fracasan a la hora de realizar sus tareas para llevar a cabo estos pasos, (los líderes) están obligados a tomar a través de sus bloques en el Parlamento medidas constitucionales alternativas para conseguir las demandas del pueblo”, reza el texto.

Las protestas que estallaron a principios de octubre en Irak en contra de la corrupción y la incapacidad de los políticos de gestionar los recursos del país han derivado en una grave crisis política, aunque el primer ministro se ha mostrado reticente a dimitir.