Pisarello: “Es importante construir una democracia económica”

El vicealcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, defendió hoy en Buenos Aires que es “importante” construir “democracia económica”, plantando cara a “grandes oligopolios” y a empresas tecnológicas como Uber o Airbnb.

En una charla con referentes latinoamericanos de izquierda acerca del futuro de esa corriente política, Pisarello afirmó: “Es importante construir democracia económica, se puede plantar cara a los grandes oligopolios, a grandes plataformas financieras”, lo que ejemplificó con Uber y Airbnb, las aplicaciones de transporte y alojamiento temporal, respectivamente.

El vicealcalde también cargó en el encuentro, organizado por el medio de comunicación alternativo “Emergentes”, contra los “fondos especulativos” inmobiliarios, que “se ciernen como una nube tóxica sobre nuestras ciudades”.

En su intervención, Pisarello transmitió “un abrazo” de las ciudades “rebeldes del sur de Europa”, entre las que citó a algunas españolas y otras como la italiana Nápoles o la francesa Grenoble, que luchan “contra las políticas neoliberales y la crisis de la democracia representativa”.

Esta tarea “no es fácil”, según el político de origen argentino, porque en el sur europeo “también tenemos medios concentrados, que intentan distorsionar lo que hacemos, y un poder judicial que frena cosas que se ganan en la calle”.

El gobernante de Barcelona expuso que su Gobierno es “hijo” de las “experiencias municipalistas” de América Latina, por ejemplo la reforma urbana de Brasil y Porto Alegre o el cooperativismo uruguayo y la llegada al poder de la izquierda en Montevideo.

Para Pisarello, la democracia del siglo XXI “comienza desde el municipalismo, por abajo”, porque es el ámbito donde se pueden “generar otras formas de hacer política, radicalizar la democracia y generar comunidades”, algo necesario porque, de lo contrario, quienes construyen esas comunidades son la extrema derecha y el “neofascismo”.

Acerca del futuro de la izquierda, Pisarello opinó que para señalar el “sujeto de cambio” se deben identificar “fuentes de opresión”, y expuso que la fuente “fundamental” es el “capitalismo financiarizado y globalizado” que existe desde 2008, que produce la “mercantilización” de los individuos y un número cada vez mayor de ámbitos de su vida.

Sin embargo, para Pisarello es un “error” querer encontrar a un único sujeto de cambio, ya que se “combinan” varias formas de opresión como el racismo, el colonialismo y el patriarcado, y el objetivo en la izquierda tiene que ser “conseguir que esos sujetos de cambio se contaminen entre si y puedan organizarse”.

El coloquio fue moderado por Marta Dillon, integrante de Ni una menos Argentina, quien aseguró que “no hay nueva izquierda sin feminismo”, y abogó por una “transversalidad” para entrar en “organizaciones más viejas como sindicatos” para dialogar y “desarticular las formas de organización anquilosadas”.

Felipe Altenfelder, miembro del grupo brasileño Fora do Eixo, defendió un “fortalecimiento de las luchas identitarias” y la idea de que la izquierda latinoamericana debe ser “imprevisible”.

El secretario general de Nuevo Perú, Álvaro Campana, declaró que es “complicado” hablar de un sujeto, “cuando se mezclan opresión colonial, patriarcal, capitalista”, y el debate se debería centrar en articular esos sujetos y procesos.

Sobre Perú, dijo que necesita un “bloque social, político y ciudadano”, en el que concurran proyectos políticos y el sindicalismo pueda “dialogar con sectores que tienen otras expectativas”.