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El PP abandona la tesis del error informático para explicar el fallo en la votación de la reforma laboral

El diputado del PP, Alberto Casero, en una imagen de archivo.

Aitor Riveiro / Alberto Pozas

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Ya no hay fallo informático, ni casi error humano. Hay un “fraude” en la votación de la contrarreforma laboral de Yolanda Díaz que impidió al PP tumbar uno de los proyectos estrella de la legislatura del Gobierno de coalición. Por eso los de Pablo Casado cargan contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a la que mandarán sí o sí al Tribunal Constitucional, y orillan que, en realidad, la votación del jueves la perdieron porque el secretario de Organización del partido, Alberto Casero, votó mal no una, sino hasta cinco veces. La tesis de que falló el sistema, no el diputado cacereño, y de que hubo “pucherazo” no obvia la equivocación, que impidió aprovechar el cambio de criterio de los dos representantes de Navarra Suma, cuya decisión el PP dice que desconocía, pese a que algunos medios apuntan este fin de semana a que la dirección de Casado sí fue informada.

“Nosotros no tenemos nada que ver con UPN”, aseguran este lunes desde la dirección del PP a elDiario.es, pese a que los dos diputados navarros llegaron al Congreso como parte de la coalición Navarra Suma en la que estaban, además de estas dos organizaciones, Ciudadanos. Pero lo ocurrido el jueves indica que, cuando menos, en el PP confiaban en que los números que había atado el Gobierno no se trasladaran a la votación parlamentaria. Las cuentas previas indicaban que la reforma laboral saldría con 176 votos a favor por 173 en contra, pero el resultado final fue 175 a 174. Por eso los aspavientos del PP, que tuvo al alcance del dedo de uno de los fontaneros de Teodoro García Egea asestar un durísimo golpe al Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos.

El PP tiró primero de la teoría del fallo informático. El motivo era doble: salvar la reputación del colaborador del secretario general del partido y tratar de cimentar una respuesta jurídica a la decisión de Batet de impedir que Casero cambiara el sentido de su voto de forma presencial, como intentó hacer sin éxito. Pero la justificación era endeble por varios motivos. El primero, porque el sistema de voto telemático exige confirmar la elección del diputado y los servicios informáticos del Congreso no han detectado error alguno al revisar los logs del proceso. El segundo, porque Casero se equivocó en varias votaciones ese jueves. Hasta en cinco ocasiones se salió de la consigna del partido.

En el seno del PP son conscientes de que el error informático no se sostiene como explicación del error. De hecho, ya el viernes desapareció de los múltiples escritos dirigidos a la Mesa del Congreso, que inciden ahora en que la votación efectivamente registrada no expresa la “voluntad” del diputado. Este fin de semana, el partido de Casado ha insistido en su ofensiva jurídica para intentar cimentar su recurso de amparo ante un Tribunal Constitucional que, hoy por hoy, tiene una clara mayoría conservadora, con la guinda de las recientes incorporaciones de Enrique Arnaldo y Concepción Espejel.

En el PP están buscando los resquicios jurídicos que le permitan armar un recurso contra Batet ante el alto tribunal. Este lunes han asegurado que el secretario general del Congreso autorizó el voto telemático de Casero “en los términos previstos” en “la Resolución de la Mesa de la Cámara para el desarrollo del procedimiento de votación telemática, de 21 de mayo de 2012”. Fuentes del PP recuerdan que “dicha Resolución establece en su apartado cuarto que 'tras ejercer el voto mediante el procedimiento telemático, la Presidencia, u órgano a quien delegue, comprobará telefónicamente, con el diputado autorizado, antes del inicio de la votación presencial en el Pleno, la emisión efectiva del voto y el sentido de este”. Y zanjan: “Esta comprobación no se realizó en el caso del diputado”.

Una denuncia en Madrid

Pese a que el PP ya ha abandonado la teoría del fallo informático, los jueces de Madrid estudian desde el viernes pasado una denuncia de un abogado, Esteban Gómez Rovira, que alude a una supuesta “manipulación informática” que pervirtió el voto de Casero. El escrito, al que ha tenido acceso elDiario.es, se ubica en el supuesto de que el diputado votase no a la convalidación del real decreto ley, pero la máquina registrarse un voto favorable : “Dudamos mucho que pueda existir un 'error' no humano en el voto”, dice la denuncia. Es decir, apunta como posibilidad a que una tercera persona manipulase el sistema de voto de Casero para que su “no” a la reforma laboral se transformase en un “sí”.

Una teoría que va más allá de lo que ha denunciado el propio PP, que en un primer momento denunció un error informático y la negativa de la presidencia del Congreso a subsanarlo y, más recientemente, simplemente la negativa de Batet a permitir que el diputado del PP corrigiese su voto emitido erróneamente. 

El caso está a la espera de que el decanato de los juzgados de Madrid ponga la denuncia en manos de un juzgado concreto de la Plaza de Castilla después de que el magistrado de guardia rechazase aplicar medidas cautelares, con el apoyo de la Fiscalía. La denuncia pedía no sólo abrir una investigación sino que la Guardia Civil irrumpiese en casa del diputado para incautar los aparatos electrónicos usados para emitir el voto de la polémica. El juez rechazó esta posibilidad porque, dijo, no podía ponerse en marcha un registro sin permiso del dueño de la casa, sin una orden judicial y basándose sólo en “meras sospechas”.

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