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Sánchez busca encaje a Ábalos en el 'congreso de la unidad' del PSOE

El ex secretario de Organización del PSOE y exministro José Luis Ábalos, en una imagen de archivo.

Irene Castro

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Pedro Sánchez ha dejado atrás la ruptura que el PSOE atravesó hace cinco años y que vio su máximo exponente en el congreso en el que se impuso a Susana Díaz, y con ella a los viejos poderes del partido, y configuró una organización a su medida en la que se rodeó de fieles. En este tiempo, los socialistas se han ido recolocando y algunas heridas están ya cicatrizadas. Eso es lo que quiere mostrar el secretario general en el 40º Congreso. “Un partido unido y cohesionado”, en palabras de su número dos, Adriana Lastra. Para ese 'congreso de la unidad', Sánchez ha conseguido sumar a Felipe González, que recientemente confesó estar “huérfano de representación política” y que lleva años sin participar en un acto del partido. Pero a la hora de cuadrar el puzle, hay una pieza que genera cierta incomodidad en el partido: la del ex secretario de Organización y exministro José Luis Ábalos, quien da por hecho que asistirá al cónclave en Valencia, aunque despojado del poder. La dirección planea reservarle un papel discreto en el evento que se celebrará entre el 15 y el 17 de octubre. 

La destitución de Ábalos –por partida doble, en el Ejecutivo y en el partido– fue una de las más abruptas de la crisis de gobierno acometida por Sánchez este verano. Incluso a él, que había participado con el presidente en las deliberaciones previas, le pilló por sorpresa y ha repetido que aún desconoce las razones. “Me hubiera gustado entenderlo mejor para que no se especule tanto”, dijo en una entrevista en Infolibre. Y es que el PSOE se quedó en shock con la decisión del presidente. “La salida de Ábalos del Gobierno ha sido rara, chirría un poquito”, declaró recientemente a elDiario.es el alcalde de Valladolid, Óscar Puente.

La destitución se produjo, además, en plena organización del 40º Congreso, del que él era coordinador general. A pesar de que rápidamente Lastra asumió esa función y Santos Cerdán le relevó como secretario de Organización, en las filas socialistas reconocían la incomodidad ante el rol que jugaría Ábalos en el cónclave que se celebra en su ciudad. ¿Va como delegado? ¿Va como un invitado más? ¿No va? Eran algunas de las preguntas que se hicieron algunos socialistas sobre el rol de Ábalos, que ha rubricado el apartado más extenso del informe de gestión que se aprobará en el congreso y a quien se le atribuyen buena parte de los méritos en la labor por restañar las heridas internas. 

La idea que manejan en Ferraz es que Ábalos sea uno en la decena de entrevistados durante la celebración de las jornadas en un plató que el PSOE instalará en la Feria de Valencia, según varias fuentes socialistas. Sería una manera de que juegue un papel discreto pero sin que haya una ruptura total: a Ábalos, al igual que a Carmen Calvo, el PSOE les ha reservado la presidencia de una comisión en el Congreso, pero la exvicepresidenta participará en el cónclave socialista como miembro de la dirección saliente y responsable de Igualdad, a diferencia de Ábalos, a quien Sánchez instó a dejar la Secretaría de Organización de manera inmediata el 10 de julio. Fuentes oficiales de Ferraz aseguran, no obstante, que “no hay nada cerrado” sobre la participación del exministro en el cónclave de Valencia. “No se ha hablado con él ni nada”, aseguran. “Algún papel debe tener”, afirma un dirigente territorial poco sospechoso de sintonizar con el exministro. 

El líder del partido no quiere que nadie empañe el Congreso que los socialistas llevan meses diseñando con la intención de que sea el pistoletazo de salida a la nueva etapa y al relanzamiento de Sánchez tras dejar atrás lo peor de la pandemia y de la crisis. La inauguración será el viernes 15 de octubre con una reunión del Consejo de Política Federal, en el que está representada la dirección del PSOE, los presidentes autonómicos y los secretarios generales autonómicos. En la foto estarán también los miembros de la parte socialista del Gobierno (con y sin carné). 

El siguiente hito será el sábado por la mañana con la intervención de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y Joaquín Almunia, que también asistirá en su calidad de ex secretario general. Hace cuatro años González excusó su presencia por un viaje a Colombia, aunque participó a través de un vídeo, y los demás estuvieron en un segundo plano. La presencia de González es especialmente significativa para Ferraz después de años de incomunicación entre el expresidente y Sánchez, que han retomado recientemente el contacto. 

El grueso del congreso tendrá lugar por la tarde con la celebración de los debates de las enmiendas que lleguen vivas desde las federaciones, aunque no se esperan muchas polémicas más allá de la tradicional en favor de abrir el debate sobre el modelo de Estado impulsada por Juventudes Socialistas e Izquierda Socialista o un paquete impulsado por el feminismo del partido, entre otras cuestiones, para corregir el “incorrecto uso sinonímico de género y sexo” en la ponencia, según explica una de sus impulsoras. Ferraz no espera muchas sorpresas en la actualización de su proyecto político. 

Del congreso también saldrán los nuevos órganos de dirección del PSOE. Sánchez pretende imprimir una importante renovación a la Ejecutiva. Más allá de la continuidad de Lastra como vicesecretaria general, Cerdán como secretario de Organización y Cristina Narbona como presidenta, se aguarda que pocos repitan. Tras la votación de las enmiendas que lleguen al plenario y de los órganos directivos, Sánchez pronunciará el discurso de clausura.

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